Existe la posibilidad de que mañana cuando me despierte tenga, tras la publicación de este artículo, algunas llamadas preguntándome. «pero, Maxo,¿ qué dices?». En realidad es una posibilidad remota, ya que la libertad de ideas la tenemos bien arraigada en UPyD y yo tengo el defecto de decir lo que quiero, pero ya se sabe que "Spain is different".
Yo, como ibicenco, me identifico mucho con los ciudadanos del Archipiélago de las Marquesas, el cual depende de una capital provincial, Papeete, situada a 1.500Km. En Ibiza estamos, en distancia, más cerca de nuestra capital provincial, pero a igual distancia financiera, política y social.
Los 170km que separan Ibiza de Mallorca hacen de nuestra unicidad provincial algo tan absurdo como los 1.700Km que separan el archipiélago canario de la península. Quizás es tiempo de pedirle a nuestra comunidad autónoma y al Estado que se replanteen el estatus de las Pitiusas reconociéndonos, sino una provincialidad propia, por lo menos las competencias financieras, políticas y de justicia que a una provincia le corresponden, ya que nuestra particularidad geográfica es un hecho innegable.
¿Por qué Ibiza no puede tener un juzgado de familia como Dios manda y son los juzgados de primera instancia los que se tienen que hacer cargo DE decisiones de este tipo en las cuales cada juez decide lo que se le ocurre? Será porqué somos pequeños, pobres y no nos lo merecemos.
¿Por qué cuando dos empresas situadas en Vila, en Sant Rafel o en Sant Joan, tienen un conflicto tienen que ir a un juzgado de lo mercantil, situado en Palma, con todo lo que esto implica a nivel de costos, tiempos y saturación? Será porque para nuestra capital, problemas como estos son poco importantes, ya que en Eivissa no nos quejamos lo suficiente.
¿Por qué cuando apelamos una decisión de justicia tenemos que hacerlo en Palma? Será porquE no somos lo suficientemente maduros para tratar apelaciones judiciales y tener una Audiencia propia.
¿Por qué cuando necesitamos medios para un hospital, unas instalaciones médicas o para ampliar nuestras capacidades en sanidad la "paga" nos la da nuestra "lejana" capital? Porque mientras sigamos siendo como somos, Can Misses será un "hospital comarcal" y nuestra opinión o nuestras necesidades importan poco.
¿Saben ustedes que por voluntad del status quo el puerto de Ibiza, aunque con tráfico y operaciones de un puerto de categoría 1, está categorizado como uno de categoría 2? SÍ, el puerto de Ibiza es igual que el de Sant Antoni, mientras que el de Alicante, que es del mismo nivel que Ibiza, es de categoría 1. ¿El problema? Un puerto como el de Mahón depende de la Capitanía de Mallorca y uno como el nuestro de… nosotros mismos menos cuando se trata de obras portuarias y otros quehaceres donde entra entonces en escena la Autoridad Portuaria, la cual depende de Palma de Mallorca, mientras que la Capitanía Marítima depende de Fomento, es decir, de Madrid. Es la magia que hace que en nuestro puerto las cosas tarden 20 años en decidirse, que las obras se pongan en marcha al inicio de la temporada o que no podamos luchar contra la temporalidad de la economía pitiusa fomentando la llegada de cruceros a nuestra isla y, en esto, influye mucho el que los partidos que habitualmente nos gobiernan estén capitaneados desde Palma. Da igual… los cruceristas irán a Palma.
Estos son sólo algunos de los problemas. ¿A quién le importa, sino a nosotros, a qué distancia (y tiempo) estén la dirección de la Guardia Civil, de extranjería, de aduanas o de la Agencia Tributaria? Las soluciones las hay, y no es excusa decir que "sólo" estamos a 170Km de nuestra capital porque si un malagueño quiere ir a tomarse un fino mientras ve la Alhambra y cena, va, come y viene en un par de horas y la distancia es la misma. Nosotros para ir a hacer un trámite a nuestra capital necesitamos coger el avión y, en el mejor de los casos, perder un día o, en el peor, hacer noche.
Los que queremos impulsar el desarrollo de Ibiza debemos exigir que ciertas competencias le sean transferidas desde ya, y así liberarla del yugo, perdón, quise decir de la tutela, de sus "mayores", pero mientras que una tal decisión dependa de partidos o de gobiernos comunicados por un cordón umbilical y que se alimentan de intereses cruzados o concatenados, esto será imposible.
Los ibicencos somos libres para luchar por la isla que merecemos.