Y nadie sabe cómo ha sido. Perdón por el ripio. Pero, ¿alguien ha visto al PP en los últimos días?, ¿alguien ha visto al PP desde el pasado 24 de mayo, para ser más exactos?
A mí, que el PP desaparezca, se extinga o se autodestruya en 10 segundos no me genera ninguna preocupación; no es por el PP, entiéndanme. Es porque el PP es la oposición, prácticamente la única oposición en los consells de Eivissa y Formentera y en los ayuntamientos de Vila, Sant Josep y Sant Antoni; el PP es prácticamente lo único que se opone a la alianza PSOE-Guanyem-Podemos. Sin embargo, de momento, no se están oponiendo demasiado. Yo me he llegado a creer el cuento ése del juego democrático, la pluralidad política, etcétera; por muy bien que lo hagan los gobernantes, por muy inspiradas y mesuradas que sean sus decisiones, debe haber alguien delante tocándoles las narices. Creo que el sistema no funciona bien si la oposición está en la inopia.
De momento, el PP está en la inopia: buscándose a sí mismo o buscando lo que sea. Para muestra, un botón. En el Consell de Eivissa hemos asistido a la multiplicación de los cargos de confianza como si del milagro de los panes y los peces se tratara. El PP se pasó la última legislatura contando moneditas en nombre de la austeridad, para pagar a tiempo a los proveedores, ajustar los gastos a los ingresos y otras tonterías sin importancia. Pero cada vez parece más claro que la palabra austeridad ha pasado al olvido.
¿Y el PP qué dice? Pues nada, o casi nada; si ha dicho algo habrá sido muy flojito. ¿Se imaginan si fuese al revés, con el PSOE y Podemos en la oposición?...