Soy consciente de que el artículo que sigue es políticamente incorrecto. Así que si usted es de los que aplaudieron las acciones del diputado de IU andaluz Sánchez Gordillo, mejor no siga leyendo porque se pondrá de mala leche.
Mi padre es de los españoles que han trabajado toda su vida como un burro para sacar adelante a su familia. Ha cotizado durante 45 años pagando religiosamente todos sus impuestos. Hace cinco se jubiló. Y el año pasado un accidente de coche le ha dejado en silla de ruedas para el resto de su vida. Después de 9 meses en el hospital de Parapléjicos de Toledo, de mucha rehabilitación y de estar varias veces al borde de la muerte, vuelve a su casa, con su nueva realidad. Una casa reformada para que sus nuevas dimensiones (él y su silla) puedan acceder a todos los rincones. Una cama especial, un baño especial, una grúa especial para que mi madre pueda levantarle y acostarle… Tiene una minusvalía del 75%. Como digo después de 45 años cotizando, después de no haber pisado en su vida un centro de salud, ni de haber accedido a ninguna beca para ninguna de sus hijas (que hemos estudiado todas y somos 4) ahora solicita, por primera vez en su vida ayuda al Estado. Ayuda para que mi madre no se deslome al acostarle y levantarle. La técnico de Servicios Sociales municipales que supervisa su caso dijo que estaba muy claro: necesitan ayuda. Pero también dejó claro otro punto, la renta es alta, así que seguro que no se la conceden. Y así ha sido. Baremación del 0%. Una «renta alta» como ellos dicen que no es para tirar cohetes. Porque mis padres no son millonarios. Son trabajadores.
Hemos costeado las reformas de la casa, la estancia de mi madre en Toledo durante los 9 meses que ha estado allí mi padre, la compra de todos los muebles adaptados y no hemos recibido ni un duro del Estado, ni de la Comunidad, ni del Ayuntamiento.
Nada. Y claro, a una se le queda cara de idiota y le entra un cabreo monumental cuando la persona de al lado en Servicios Sociales es un ciudadano extranjero que ha trabajado dos años en España y lleva cinco en el paro y al que se le concede una ayuda porque claro, él sí que la necesita. No lo dudo. Pero ¿de verdad es justo? Algo estamos haciendo mal.