Entiendo que estemos en campaña electoral y que todos los partidos políticos traten de convencer a los ciudadanos, pero lo último que ha pasado relacionado con el nuevo impuesto turístico y el desmarque de Podemos a las alegaciones del Consell d'Eivissa 24 horas después de que ambos partidos comparecieran en rueda de prensa ante los medios para presentar la enmienda cuesta de entender en un tema tan serio, además, como es un nuevo impuesto que se creará para gravar a los turistas que, nos guste o no, son los que dan de comer (directa o indirectamente) a prácticamente toda Eivissa y Formentera (ojo, con esto no quiero decir que no se deba proteger y cuidar el medio ambiente). Puedes estar de acuerdo o no con el impuesto por razones ideológicas, ecológicas o económicas, pero no queda serio que se dé una imagen de unidad ante Mallorca y que, 24 horas después, se escenifique en un comunicado enviado a la prensa que no estás de acuerdo con lo que tu partido ha presentado en conjunto con el PSOE hace un día.
Un movimiento que favorece a quienes sí que se muestran unidos y con las ideas claras. Si el PSOE dio las alegaciones a Podemos-Guanyem el mismo día que se iban a presentar en rueda de prensa (el viernes), tal y como explicaron desde Podemos, y no lo tenían claro y en lugar de un 13% quieren pelear por el 20%, ¿por qué compareció ante la prensa el mismo viernes la vicepresidenta De Sans con la consellera socialista Pepa Marí?, ¿por qué no se decantaron por no salir ante la prensa si no compartían ese porcentaje? Si fue por no hacerle un ‘feo' ese día a sus socios de gobierno creo que ha sido peor el remedio que la enfermedad. En cualquier caso, más allá de historias políticas y visto que parece que no hay marcha atrás de este nuevo impuesto, Eivissa unida debería luchar para que lo que se recaude en la isla se quede en la isla.