Francesc de Carreras, destacado jurista, articulista y Catedrático de Derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, afirma que populismo y democracia no son dos sistemas de gobierno distintos, sino dos formas de Estado diferentes. En el caso de Podemos (y sus franquicias), concluye que el objetivo es ocupar el Estado. Es más, en España, señala que el populismo está poniendo en cuestión la Transición política, la considera un cambio cosmético del franquismo y quiere aprobar una nueva Constitución, que no sería una manera de entender la democracia, sino que un movimiento que pretende acabar con ella. Por otra parte, concluye que el modelo democrático es liberal, mientras que el populista tiende a ser totalitario. Imagínense, pues, que poco futuro nos espera si Pedro Sánchez, candidato del PSOE a la presidencia del nuevo Gobierno central, pacta con Podemos.
Así las cosas, hay que recordar que en nuestra Comunitat Autònoma de les Illes Balears (CAIB) Podemos ha destacado su protagonismo en el cambio de las leyes de Bauzá, referidas al Suelo, Turismo y y Agricultura. Un decreto que permite suspender durante dos años las medidas más desarrollistas de las tres leyes antes mencionadas. Mientras tanto, muchos ciudadanos de la CAIB tienen por la proa una inseguridad jurídica lamentable. Y lo que más preocupa, es que nuestra presidenta, Francina Armengol, es una firme partidaria de que Pedro Sánchez pacte con Podemos y otros partidos de izquierdas. Lo dicho más arriba: aquí y ahora pretenden ocupar el Estado, y solamente lo pueden evitar Felipe González y los barones socialistas.
Y en Eivissa, Podemos ha puesto sobre la mesa realizar una serie de consultas sobre el proyecto de desdoblamiento de la carretera de Santa Eulària, muy necesario para mejorar la calidad de vida de los residentes de la zona norte y también la de miles de visitantes. Menos mal que el presidente del Consell Insular, Vicente Torres, parece garantizar que las consultas no son vinculantes y que el proyecto de mejora de la citada vía se llevará a cabo.
Paso ahora a Barcelona para mostrar mi desacuerdo con el gobierno municipal que preside Ada Colau (de BCN en Comú), que pretende que las tiendas no puedan abrir los domingos de verano, y ha presentado la nueva fórmula antes de reunirse con los comerciantes. Se trata de una medida contraria a la libertad de horarios, anti económica y que perjudicará a millares de cruceristas que visitan la ciudad de Barcelona. En cambio, es buena noticia que la torre Agbar inicia los trámites para convertirse en un hotel de lujo de la cadena Hyatt, y que otros 55 proyectos hoteleros esquivan la moratoria decretada por Ada Colau en julio del 2015. La verdad, es muy difícil entender la política que impone la alcaldesa de Barcelona, teniendo en cuenta que solamente tiene 11 concejales de un total de 41 que forman el Consistorio municipal.
Y para finalizar, recordar que Manuela Carmena, alcaldesa de Madrid y de ideología ‘Podemita', ha iniciado el derribo de monumentos franquistas sin comunicarlo a la Comisión de Patrimonio.