Hace algunas semanas los medios se hacían eco de diversas intervenciones de la policía local de nuestras islas. Resulta curioso que, como en otras ocasiones, las denuncias es lo primero que se publicita. En la mayoría de ocasiones las autoridades municipales obtienen la información en base al número de denuncias o intervenciones realizadas. Sin desmerecer el valor que tiene este dato, lo prioritario sería establecer objetivos concretos, prioridades y una línea estratégica clara en materia de seguridad pública a nivel municipal.
Para realizar esto, sería necesario contar y utilizar con verdaderos instrumentos de análisis criminológico, tan sencillo como una simple encuesta sobre la percepción de la seguridad de los vecinos de un barrio, serviría para determinar las políticas a corto y medio plazo a llevar a cabo en dicho barrio. A modo de ejemplo, debemos tener en cuenta que en una zona determinada de nuestro municipio se pueden percibir diversas sensaciones y de manera diferente, atendiendo a gran cantidad de factores a tener en cuenta en temas relacionados con la percepción de la seguridad o inseguridad. Con herramientas como esta, se pueden obtener datos sobre la opinión de los vecinos en relación a aspectos como delincuencia, peligrosidad, conflictividad ...que posteriormente deben de ser tenidas en cuenta por los responsables municipales para dar soluciones a este tipo de datos subjetivos, que no podemos olvidar que pueden ser influenciables en base a una diversidad de factores (si han sido víctimas de un delito, si han sido denunciados por una infracción... todo ello hará mella en la respuesta dada al entrevistador).
En municipios como los que tenemos en nuestra isla, la configuración e implantación de este tipo de herramientas, podrían ser muy útiles para establecer líneas estratégicas en aras de configurar modelos de seguridad municipal y establecer objetivos a cumplir así como la configuración de una carta de servicios de la Policía Local. Es cierto que, como he indicado, se trata de datos subjetivos, pero a la vez útiles para obtener una información de primera mano de cómo se sienten los vecinos en su propio barrio. Necesaria esta información para que se puedan adoptar las medidas para garantizar que el ciudadano perciba que se encuentra seguro. Existen teorías de prevención de la delincuencia, que enlazan la idea de que técnicas y mantener un buen acondicionamiento del mobiliario público urbano, incide y se relaciona directamente, con la oportunidad de cometer delitos.
En la era de la información y las tecnologías resulta necesario que nuestros cuerpos de policía cuenten con herramientas para la planificación y gestión de las políticas de prevención de delitos, y no solo eso, también es posible realizar el análisis de aquellas conductas antisociales e infracciones no penales. A modo de ejemplo, podrían implantarse los denominados "crime maps" o mapas del delito, con ellos determinaremos los conocidos como "hot spots", que son aquellas zonas donde la incidencia de un hecho calificado como infracción (penal o no) sobresale de los valores promediados. De este modo podemos determinar acudiendo al análisis de probabilidades la ubicación y franja horaria de la comisión de estas conductas, con la finalidad de planificar la gestión de las mismas e implantar políticas de prevención.
Con ello se podría valorar, además, la satisfacción del servicio policial, esencial para establecer un sistema de retroalimentación de la prestación del servicio, así como establecer o reforzar lazos con la comunidad. Y siendo nuestra isla uno de los destinos turísticos más reclamados internacionalmente, con mayor peso recaería la implantación de este tipo de medidas. Así, valorar la percepción de la seguridad de nuestros visitantes, porejemplo, sería un dato muy a tener en cuenta para poder ofertar mejores servicios.
Es curioso que en los municipios de nuestra isla no se utilicen este tipo de técnicas orientadas a modular la respuesta o la oferta de los servicios ciudadanos municipales, ni que tampoco se cuente con personal técnico especializado en las administraciones locales, el criminólogo, el cual ayudaría a establecer una verdadera planificación y sistema policial en nuestros municipios. Los colegios profesionales, así como asociaciones de criminólogos han lanzado una campaña en aras de que se implanten en las administraciones locales a estos profesionales, que pueden realizar tareas tan importantes como las que hemos mencionado, entre otras.