Los hoteleros españoles están más que hartos de los turistas británicos, los cuales se acogen a una legislación especialmente imprudente y laxa que les permite irse de vacaciones dos semanas a España, en régimen de todo incluido y al final denunciar al hotel por intoxicación alimentaria. Vacaciones gratis.
Un ejército de abogados british se distribuye por las zonas donde campan los clientes y reparten folios explicando el método: basta con que guardes el tiquet de farmacia de algún producto contra la diarrea y lo presentes de vuelta a tu abogado, quien se cuidará de todos los trámites. Los operadores turísticos suelen pagar enseguida para evitarse engorrosos procesos interminables y por que... cargan la cuenta a los hoteleros españoles, quienes no tienen la menor oportunidad de defenderse.
Por eso se han unido los empresarios de Canarias, Costa del Sol, Baleares y han formado un grupo de presión que ya ha surtido efectos. De no cambiar estas leyes, se negarán a aceptar turistas procedentes del Reino Unido y por supuesto, subirán los precios. Esto último ha alertado la ministro de Justicia, quien ya está tomando medidas, avisando a aquellos defraudadores que pueden pasar hasta tres años de cárcel, además de pagar las costas del juicio. No solo esto, también los tour-operadores tendrán mucho más sencilla su defensa. Los hoteleros han advertido con claridad que no van a seguir pagando y si cierran sus puertas, los primeros en perder su suculento negocio serán los operadores.
En el Reino Unido el tema ya es popular y se ríen de los delicados estómagos británicos, los únicos afectados, pero desde Ibiza tendríamos que agradecer a estos pícaros que provocaran un cierre masivo del turismo del Todo Incluido.
@MarianoPlanells