Conste que siempre he sido un admirador de los Estados Unidos y que he visitado dicho país en numerosas ocasiones. Hoy toca hablar del poder judicial americano, que debería ser un espejo para nuestra Europa. La expresión castellana ‘estar en la cuerda floja' está asociada en sus orígenes a los procesos judiciales y es lo que le está sucediendo ahora mismo a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos. La noticia es que el magistrado William Alsup, del distrito norte de California, ha ordenado al presidente Trump que reactive el plan DACA, que significa Acción Diferida para los llegados en la Infancia, y que fue promulgada por Barack Obama el año 2012 para proteger de la deportación y conceder un permiso de trabajo temporal a unos 690.000 jóvenes, que llegaron a EE.UU. siendo niños y conocidos como los ‘dreamers' (soñadores).
Es decir, el magistrado Alsup ha considerado que el gobierno de Trump tiene la obligación de aceptar la demanda de renovación a DACA por parte de los individuos que ya habían recibido los beneficios del citado programa y que ahora quedan sin protección. De todos modos, no se pide al gobierno de Trump que acepte nuevas solicitudes de los jóvenes que nunca se habían inscrito al programa. Entre los demandantes se encuentra la Universidad de California, que ha demostrado los beneficios del DACA para muchas familias, escuelas y comunidades.
Así que el juez ordenó a Trump mantener vivo el programa hasta que se encuentren soluciones y, además, hay la demanda interpuesta el pasado 11 de setiembre de manera conjunta por los estados de California, Maryland, Maine y Minnesota, en donde viven 258.000 ‘dreamers'. A pesar de todo, se da el caso que la administración Trump continúa defendiendo que el DACA fue promulgado de manera ilegal.
Por otra parte, el fiscal Robert Mueller de la Rusiagate (trama rusa) podría interrogar a Trump, según ha comunicado a los abogados del presidente. Se trata de una posible interferencia en las pasadas elecciones norteamericanas y que perjudicaron sensiblemente a la candidata Hillary Clinton. Y resulta que hay muchas líneas de investigación, según la CNN. Hasta 12 asesores de Trump mantuvieron contactos con ciudadanos rusos vinculados al Kremlin durante la campaña. Además, en 19 ocasiones se reunieron con ellos, a lo que cabe añadir que se detectaron 51 comunicaciones por teléfono o correo electrónico.
Por otra parte, parece que se ha constatado que el jefe de campaña de Trump mantuvo contactos con una abogada rusa que dijo tener trapos sucios sobre la candidata demócrata. Habrá que dar tiempo al tiempo y que la justicia americana ponga las cosas en su punto, pero a modo de conclusión señalo que los EE.UU., líder del mundo libre, no merecen tener como presidente a una persona de dudosa reputación.