El proceso negociador que se esta viviendo a lo largo y ancho del territorio español, es digno de ser seguido con detenimiento, ya que acabará mostrando la verdadera cara de cada partido y candidato y colocando a cada uno en su entorno político real.
Por mero interés político, algunos quieren disfrazar la realidad y dicen ser contrarios a negociar y pactar con extremistas. Pero una cosa es lo que se dice y otra muy distinta, lo que se hace.
Se esta viendo con absoluta claridad que el PP no tiene reparo alguno en reconocer su total predisposición a pactar con Vox; reconociendo públicamente que no tienen ningún inconveniente en ofrecerles espacios de gobierno en cualquier institución. Esto es algo que a nadie debe sorprender, ya que la mayoría de los integrantes de ese partido de extrema derecha, hasta hace relativamente poco, estaban en sus propias filas; y las ideas que estos defienden, estaban y están en su propio ideario político.
Otro cantar es el trilerismo político que de un tiempo a esta parte viene practicando Ciudadanos. En su momento se definieron como un emergente partido que iba a ocupar el espacio del centro de la política española y que por tanto se consideraban capacitados para pactar tanto con la derecha, como con la izquierda. Pero se está viendo que eso no era mas que un espejismo, muy alejado de la realidad.
Resulta más que evidente que esa centralidad acabó perdiéndose, si es que en algún momento llegó a existir. Es claramente un partido más en la ahora poblada derecha española. Prueba de ello son las constantes alusiones de sus lideres a su voluntad de liderar esa franja política, en lucha abierta con el PP.
Pero ya no engañan a nadie y las constantes declaraciones mostrando su rechazo a sentarse a una mesa con los representantes de Vox, no son más que cortinas de humo. Por más que lo han negado hasta ahora, Ciudadanos ya ha negociado con Vox; lo ha hecho en la Asamblea de Madrid y lo ha hecho en el Parlamento y Gobierno andaluz. Este último caso ya ha sido definitivo para hacer saltar por los aires esa negativa y ha mostrado con claridad la verdadera cara del partido naranja.
Hemos podido ver juntos y firmando un documento de acuerdo, con los logos de los tres partidos PP-CS y VOX, que ha impedido el rechazo a los presupuestos andaluces y que permite seguir con la tramitación parlamentaria de los mismos y que acabarán siendo aprobados con los votos favorables de esos tres partidos.
Esta foto es la prueba más clara de como tanto PP como Ciudadanos se han arrodillado ante Vox y han asumido públicamente los postulados de extrema derecha de este último. Se han plegado a las teorías extremistas de Vox en temas tan sensibles y preocupantes como la inmigración, la memoria histórica o la violencia de género. En Andalucía ya no habrá a partir de ahora y para su gobierno autonómico, violencia machista. Por más que lo nieguen, ese nuevo concepto de «violencia intrafamiliar» está muy alejado de lo que es esa violencia machista y de lo que se persigue con la lucha contra ella.
Ello va a suponer un importante retroceso en las políticas sociales en esa comunidad autónoma y que el tripartito de derechas pretende hacer extensible al resto del territorio nacional.
Espero no seguir escuchando declaraciones de los lideres del PP y Ciudadanos, diciendo que defienden los intereses de la sociedad española, ya que ahora ya ha quedado demostrado y recientemente firmado que apuestan por el recorte de los derechos sociales, algunos tan importantes como los aquí citados.
Las caretas ya han saltado.