Hace algunos días escribía en esta misma columna sobre mi admiración por las muchas personas que en el ámbito de la política local, habían decidido dar un paso al frente y «alistarse» en las filas de un partido, con el objetivo de «comprometerse con lo público y aspirar a ponerse al servicio de los ciudadanos.
Tampoco es que servidor vaya a ser ahora un ingenuo, que pensaba que todo ese compromiso, iba a ser desinteresado y altruista. Pero llegar -después de haber superado, una campaña electoral y unas elecciones, eso sí- y, que la primera medida a aprobar sea aumentar el coste de los equipos de gobierno, en Sant Josep el 25%, En Santa Eulària un 17%, alrededor de un 10% en Eivissa y hasta un 36% en Formentera, pues qué quieren que les diga, es como para flipar.
Añadamos el aumento de asesores y directores generales que ha aprobado el Govern Balear, en un pacto progresista con más miembros a repartir. La fiesta se incrementa en más de un millón de euretes de nada, cada año. A pagar el contribuyente, por supuesto.
En ese sentido y aunque algunos lo tachen de «electoralista», «oportunista», «populista» y algún «ista» más, me parece muy loable la postura de «Unidas Podemos» en el Ayuntamiento de Vila, que ha renunciado al aumento del 10% de los salarios de los políticos y cargos de confianza. Y eso lo han hecho desde el gobierno que han conformado con el PSOE, por tanto primer pleno y primer enfrentamiento con sus socios.
En todo caso, visto lo visto y dejando claro que a mi modesto modo de ver, los servidores públicos deben ganarse la vida con dignidad y de forma generosa, lo que queda claro es que este aumento generalizado del coste de las plantillas, debe hacernos a los ciudadanos-paganos más exigentes y fiscalizadores con los servicios recibidos. Veremos.