La huelga mundial por el clima y su correspondiente manifestación en la que participaron unas 4.500 personas en Palma, era perfectamente evitable y un tanto inútil, al menos en Balears. Hubiese bastado con que los participantes en la protesta hubiesen leído este periódico, que en su portada del jueves informó cumplidamente de la intención del Govern de declarar la emergencia climática en todo el archipiélago. «Ja tenim la Seu plena d'ous». El vicepresidente del Ejecutivo autonómico y conseller de placas solares, Juan Pedro Yllanes, ya ha requerido a todos los departamentos del Govern una lista de medidas concretas y específicas que se pueden implementar contra el cambio climático. Vamos, que ni tenían nada pensado ni saben de qué van. Si quieren yo mismo les puedo dar varias ideas que seguro que ya tienen en mente porque no llevan dos días gobernando. Estuve ayer en el Hospital Son Llátzer, que viene a ser algo así como un hotel público para enfermos, donde es imposible no acumular una bolsa de plásticos de un solo uso cada día, entre pajitas, vasos y botellines de agua. Mire si tienen faena en casa.
Pero no es de faena de lo que se trata. No estamos ahora por solucionar problemas de la gente, sino únicamente en hacer creer que se está haciendo. La impostura llevada a su máximo esplendor. Pero no se trata de algo nuevo y tampoco iba nadie a esperar otra cosa de un conseller de Podemos, especialista en declaraciones grandilocuentes pero vacías de contenido. Más preocupados por hacer vídeos de Instagram que de cualquier otra cosa. Trabajar no es lo suyo y si no, ahí está Gloria Santiago en el Parlament para probarlo. Pero nos entretiene y eso también hay que valorarlo.
Gracias a Podemos se declaró la «Emergencia habitacional» en Eivissa en septiembre de 2017. ¿Ustedes creen que eso arregló algo? El exdiputado Aitor Morrás (Podemos) es concejal de Vivienda en Vila. Acaba de destinar 100.000 euros (da risa escribirlo) a subvencionar a los jóvenes de entre 18 y 35 años que paguen un máximo de 1.000 euros de renta al mes. En la capital Pitiusa encontrar un alquiler así es un milagro. Declaran la emergencia habitacional y se cachondean de la gente. Y lo mismo sucederá con la «Emergencia climática» y con la «Emergencia feminista» que también se reclama y no ha de tardar. Declarar emergencias es su especialidad. Que sirva de algo eso, eso ya es mucho pedir.