En aclaración al cese que se me ha comunicado por parte del concejal de Cultura como director de la banda a partir de enero de 2020, y como persona pública que soy, decir que dicho acto viene como producto de una cacería política, profesional y personal que las siguientes lineas reflejarán:
- El concejal de cultura, en el último pleno ordinario con fecha 19/12/2019 ( ver video en la web del Ayto. y minutaje 2.26'.33”), donde al ser preguntado al respecto por la oposición dice claramente que es un cambio que estaba planteado hace un par de años, o sea 2017. En cambio, en un medio local dice que ya lo tenía planteado en 2015. Recordar que fue precisamente hace dos años (2017) cuando se gestó aquella oscura selección de directores para la orquesta donde, sin requisitos de titulación y sin hacerse público, querían que la comisión fuésemos sus ‘palmeros'. Yo, miembro de la comisión, me opuse claramente desde un principio.
- Se me comunicó desde la mesa de un bar el pasado martes que yo no seguiría dirigiendo la banda. Decir una decisión como esta a una persona como yo, que como bien sabe la ciudadanía llevo toda una vida dando mi trabajo por la música en el Patronato (6 años como director, 10 como subdirector y desde mi adolescencia en el germen del patronato que fue la Asociación Pro Música), la cultura de un bar no es precisamente la correcta.
- En ningún momento se pactó conmigo una salida amigable ni tiempos ni condiciones para favorecer una transición razonada y cómoda para el saliente y el entrante. Simplemente, y de manera verbal, por parte de la directora del Patronato se me dijo que tenía que irme tras agosto 2017; luego cambia y me dice tras agosto 2018; luego no me dice nada y me deja en indecisión laboral, y, finalmente, el concejal en un bar, el pasado martes. No se entienden estos zarandeos respecto las fechas así como el trato laboral.
- El señor concejal piensa «Pensamos que ya es suficiente tiempo de un solo director en la formación». Bien, yo como director llevo sólo 6 años. Hay directores en la isla que llevan más de diez año, y en ningún momento he escuchado al señor concejal quejarse públicamente al respecto.
- El señor concejal parece tener otra línea en la banda, cuando en ningún momento explica esa línea a seguir y nunca se me ha consultado, sugerido o preguntado para que pudiera aconsejar o seguir por esa «línea».
- Me preocupa que mientras que yo, para dirigir la banda, he cursado los estudios de dirección y obtenido el título correspondiente, el proceso para elegir el nuevo director sea como el primero de la orquesta, donde había amiguismo, ninguna publicidad y no exigencia de titulación. Recordar que acabó con un escándalo político donde se pidió la dimisión del señor concejal y éste tuvo que recular para que las cosas se hicieran bien. El proceso de selección de director para la banda deberá ser el tener la titulación superior de la especialidad y convocatoria abierta y pública a todo el estado. Cualquier otra circunstancia sería denunciable.
Respecto esta semana pasada citar:
- El señor concejal vino a felicitarme tras el concierto de Navidad, desearme felices fiestas y decirme textualmente «seguim». Al ser interrogado el pasado martes en el bar por qué me habló así si segundos antes me comunicaba mi cese, me comenta que es una manera de hablar.
- El señor concejal comunicaba minutos después a algunos músicos (no a todos, sino interesadamente a los que quiso) –vía mensaje– su decisión con un texto ya redactado antes de la reunión.
- También decir que en ningún momento de este 2019 –ni siquiera antes, durante o después del concierto de Navidad– me comunicó a mí o a los músicos que sería mi último año, por tanto no quiso que me despidiera del público ni de los músicos. Me dijo que si quería podía no ir o ir a ensayar los dos días que faltaban. (¿Ensayar el qué? ¡Una burla más a mi trabajo!). Yo, como siempre he sido fiel y responsable respecto mis obligaciones, acudí los dos días. El primer ensayo fui a exponer los hechos a los músicos y allí me encontré al concejal que, viniendo a hablar –pensando que yo no iría–, rápido se fue a pesar de que le invité a hablar. En el segundo ensayo acudí a brindar y desearnos felices fiestas como hemos hecho siempre el último ensayo antes de Navidad –este último ensayo, con un mensaje a través del subdirector, el concejal lo quería cancelar habiendo de sobra razones para acudir–. De todo esto que he comentado puede ahorrarse el señor concejal desmentirlo porque están los testigos y grabaciones que lo atestiguan.
Respecto este año 2019:
- Hubo reunión con el alcalde y cuatro músicos identificados perfectamente junto con el concejal para criticarme y sin poder estar yo presente o defenderme. El interés sobre todo era que me callase, tal como se me dijo, de cara a las elecciones.
- El alcalde me citó tras hablar con los músicos para que le contara mi versión de los hechos –nunca hasta entonces había tenido interés en hablar conmigo– y claramente y con detalle le expliqué lo que ocurría en Patronato: desde los músicos que incumplen, las actuaciones de la directora, los hechos del concejal y el trato que se me daba. Me dijo que tras elecciones hablaríamos y todavía a día de hoy no ha tenido lugar la cita.
- Ha habido conciertos que no se han querido publicitar desde Patronato o no se ha querido dar la importancia que merecen (Pascua, Es Pratet –como pudo comprobarlo la oposición–, la Terra publicado en Facebook el mismo día…). Resulta increíble que desde la institución no se favorezca y dignifique el trabajo de la banda –cuando la dirijo yo– siendo la agrupación más antigua y germen del Patronato.
- Desde dirección del Patronato se han puesto horarios de concierto sabiendo de antemano que eran perjudiciales y en contradicción. Los resultados, por tanto, han sido agridulces a pesar de haber sido advertido por mí de ello al Patronato. Los músicos se han sentido ninguneados al respecto y engañados ya que, al parecer, se dijo a algunos músicos que fue idea mía poner el concierto de Sta. Cecilia a las 12 horas, esto es, 17 horas después de otro concierto en el mismo sitio.
- Hubo una reunión 2 semanas antes del concierto de la Terra, donde estaban presentes la directora del Patronato, el concejal, el director del coro y dos músicos de los cuatro que fueron a ver al alcalde. El asunto del día era el calendario de conciertos para el 2020. Francamente, una burla más hacia mi persona ya que en ningún momento se me dijo que no se contaba conmigo para dichos conciertos –siguiendo con mi tarea profesional ya desde octubre preparé el repertorio para enero y mandé hacer copias a la archivera con pleno conocimiento de los responsables y músicos y nadie sin decirme nada respecto que no continuaría–. En dicha reunión y sin aviso se me insultó, despreció y acosó respecto mi trabajo con la banda. Mostrado el contenido de dicha reunión a juristas, me dijeron que había bastantes evidencias de delito. Curiosamente, el Patronato cuelga un protocolo de actuación delante, casos de acoso laboral (mobbing), en el lugar del ensayo donde tuvo lugar la reunión.
- Desde altas instancias se llegó a decirme qué hacía yo en el Patronato y que se me podría «cortar la cabeza», cosa que nunca he llegado a entender porque, primero, no merezco este trato; segundo, presumiendo que se me había puesto fecha de caducidad no entiendo el proceder arrabalero, y, tercero, porque contesté que estaba por la necesidad de que se hicieran las cosas bien y dignas tal como siempre he demostrado y luchado en mi vida musical.
Respecto años anteriores:
- Hubo un intento de cerrarme mi chat personal (2018) creado y usado para comunicarme con los músicos desde julio 2013.
- Desde el Patronato se me negaron producciones interesantes sin dar explicaciones, conciertos muy asequibles haciendo los arreglos yo e incluso el montaje de imágenes simplemente para evitar demostrar mi buen hacer con la banda y mi «línea».
- Se colocó una persona en el puesto de subdirector, sin estar titulada, preparada y tener mi confianza, irregularmente desde antes mayo de 2019 y, desde esta fecha hasta hoy en día, de manera clara y a la vista de todos ha incumplido con sus obligaciones reflejadas en el reglamento y en sus deberes como músico de plantilla. Ya avisé que esta persona no era la adecuada y en un proceso en el cual se tenía que haber contado con la decisión de los músicos tal como pactamos –como se ha hecho ahora con los de la orquesta– y habiendo dos candidatos, con autoritarismo el señor concejal impuso al menos aconsejable. Yo me levanté de la reunión y dije que me lavava las manos de ese sucio asunto.
- Se me negó todo contacto con la primera archivera, siendo todo filtrado a través del subdirector por orden expresa de dirección. Por tanto, fueron numerosos los errores respecto documentación musical y no pude con mi experiencia asesorar al respecto.
Mi defensa ante todos estos hechos:
- Comunicar a los músicos los hechos veraces que puedo demostrar ante los procederes que ellos detectaban y no entendían.
- Reunirme en privado con cada uno de los responsables del Patronato a lo largo del tiempo, exponiendo situaciones concretas (incluso con el alcalde), pero ver desafortunadamente que la inacción y el colegueo por su parte era la actitud dominante. En ninguna de estas reuniones se me ha comunicado de manera clara la intención de cesarme en enero de 2020.
- Comunicar al alcalde mediante registro de entrada con fecha 26/6/2019 hechos concretos respecto personas específicas que incumplen reglamento y sus obligaciones laborales. También de todo ello avisados los responsables del Patronato y nadie actuando al respecto.
- Hacer constar el acuse de mis correos mediante registro de entrada dirigido al Patronato con fecha de 23/10/ 2019 ya que no se me contestan correos enviados al presidente del Patronato y la directora respecto a asuntos enviados a particulares donde se cuestiona mi proceder y ni siquiera se me notifica al respecto. Por tanto, se me deja en indefensión.
- Reiterativamente se me ha negado el acceso al listado de asistencia de los músicos de la banda con la intencionalidad de no estar informado en cuanto a los músicos. La excusa que se me puso fue la de protección de datos personales. Sin embargo, sí me pasaron un listado de abril. Por tanto, se entra en contradicción. Este hecho desvirtúa una de las funciones que tengo asignadas como director, estipuladas en el reglamento que es la de «proponer a la comisión de la BSCE sanciones a los músicos que incumplen el presente reglamento». El reglamento es bien claro en cuanto a que dice, en el artículo 13 último párrafo, que los músicos de plantilla tendrán que asistir obligatoriamente y con puntualidad a todos los ensayos y conciertos de la BSCE. Esto no se produce, sobre todo en el caso de los cuatro músicos que fueron junto con el concejal a difamarme al alcalde. Con registro de entrada y fecha 18/12/2019 fue pedido el listado de asistencia al Patronato y hasta la fecha se me ha negado dicha información.
- Para evitar confusiones y susceptibilidades, desde la fecha de la noticia publicada en el diario, todo documento en Drive cuyo propietario es el Patronato o allegados me he autoexcluido así como si el propietario soy yo he excluido a terceros.
En resumen, hasta la fecha de hoy, mi cometido ha sido hacer bien mi trabajo, cumplir mi horario y responsabilidades, sacrificando tiempo de mi familia para dar lo mejor en cada concierto y ayudar en lo posible la música en Ibiza. Reconozco que con algunos músicos tengo más afinidad que con otros, pero nunca he tratado a la gente con el desprecio y acoso que a mí sí se me ha tratado. La comunidad musical sabe los nombres propios que yo he omitido –el tiempo sacará a relucir sus nombres–, los trajes a medida, el proteccionismo y las colocaciones en la que, en teoría, debería ser la Casa de la Música.