Sin ser yo una experta viróloga, ni pretenderlo, sin saber absolutamente nada de pandemias, excepto el aprendizaje de la COVID, me gustaría poner hoy el objetivo en un punto rojo del mapa de España.
El único puntito rojo que queda en todo el territorio y que corresponde a la única zona de toda España donde aún permanecen cerrados todos los bares y todos los restaurantes: Ibiza.
Es verdad que llegamos a ser la localidad que peor estuvo en número de incidencia acumulada, pero también es verdad que desde hace unas semanas el número de contagios es bajísimo. Y ahora vamos a mirar hacia otro punto de esa España mía, esa España nuestra: el mismo centro, Madrid. Por motivos laborales estuve allí dos días la semana pasada y aunque es verdad que los telediarios hablan constantemente del plan de la presidenta Isabel Díaz Ayuso que ha mantenido la restauración abierta, estar allí y verlo con tus propios ojos no deja de sorprenderte, sobre todo si vienes de Ibiza donde todo está cerrado a cal y canto. A estas alturas ya se puede comparar el resultado en uno y otro territorio. Y es verdad que la curva se ha doblegado en Madrid bastante más lentamente que en otros sitios, pero también es verdad que no ha habido un descontrol de la pandemia, que la situación hoy en día está controlada y que los hospitales están aliviados. Más o menos lo mismo que en el resto de territorios pero sin asfixiar a un sector de la economía como es la restauración que aquí en Ibiza ya veremos si levanta cabeza, o si la levantan todos, que lo dudo.
Madrid ha sido la única comunidad autónoma que ha creado empleo efectivo en el actual estado de alarma. Muchos han llamado a la presidenta de la Comunidad de Madrid irresponsable por mantener abierta la actividad económica de su territorio. Para otros es una heroína que ha estado al lado de los autónomos y creadores de empleo. Antes no teníamos elementos para comparar. Ahora que ya los tenemos espero que vayamos aprendiendo.