Excmo. Alcalde de Ibiza, Querido Rafael. Como consecuencia de la crisis pandémica, estamos viviendo en un escenario hostil, lleno de incertidumbre y desconfianza que se presenta como un enorme reto para la sociedad, las administraciones públicas y también para el deporte, y por consiguiente, para todos los agentes que formamos parte de él. Es por ello que, en primer lugar, me gustaría agradecerte a ti y todo tu equipo el esfuerzo realizado para llevar adelante la actividad deportiva de una forma segura, y en particular por el apoyo prestado al atletismo.
El motivo de mi carta responde a las últimas informaciones aparecidas en los medios de comunicación respecto al uso de las instalaciones municipales de Can Misses y que afectan de manera directa a las actividades relacionadas con el atletismo insular.
Una situación que podría afectar a la desaparición de las estructuras deportivas básicas como son los clubes y las escuelas deportivas, y muy especialmente cuando hablamos de las nuevas generaciones. Uno de esos riegos asociados podría ser la desaparición de escuelas deportivas y clubes que sin duda provocarían una esterilización del tejido productivo de nuestro deporte en la Isla, y que generaría daños irreparables en los años venideros, algunos de ellos relacionados con la salud de las personas.
El atletismo ibicenco, no solo goza de una extraordinaria salud, en gran parte debido al apoyo recibido desde las instituciones públicas, sino que además, atesora un extraordinario patrimonio deportivo acumulado a lo largo de muchos años, y que adicionalmente a los grandes éxitos deportivos alcanzados por atletas y clubes, ha contribuido a potenciar y difundir la imagen de la Isla a nivel nacional e internacional.
No es mi intención cuestionar ni interferir en las decisiones propias del ámbito competencial de un Ayuntamiento en cuanto a la gestión de sus instalaciones. Pero podrás comprender que, como Presidente de la RFEA, quiero mostrar mi total apoyo a clubes y atletas en la licita defensa de los intereses del atletismo ibicenco, y de todos los agentes que forman parte de él. Más aún, en un momento de tan extraordinaria dificultad como el que estamos viviendo, que nos enfrenta a un escenario desconocido con consecuencias imprevisibles, también para el futuro del deporte.
Desde las federaciones, estamos obligados trabajar y colaborar con las administraciones públicas para impulsar el deporte en la edad escolar, reconstruir las estructuras de los clubes, incentivar a las personas a hacer ejercicio, ponerse en forma, en definitiva, a llevar una vida más saludable y feliz.
Por todo ello, espero y deseo que se pueda reconducir esta situación sin perjudicar los intereses del atletismo Ibicenco. Estoy seguro que se puede conseguir una solución razonable a este problema que responda a un equilibrio de intereses, sin comprometer en modo alguno el futuro de un deporte, en beneficio de otro.
Hoy más que nunca, el deporte debe emerger como un agente dinamizador, de esperanza, generador de valores y de positivismo para toda la sociedad. En definitiva, como un elemento de cohesión social.
Nuestros niños y niñas van a necesitar el deporte para integrarse en un entorno desafiante y lleno de desconfianza. Nada va a ser igual, pero estoy plenamente convencido que este gran reto, también nos ofrece una enorme oportunidad para avanzar.
Agradezco tu atención, y quedo a tu entera disposición.