Una devolución de un décimo a disfrutar entre el Cacauet Team... y tan felices. 20 euritos para unos vinos y unas risas para despedir el 2021 esquivando la sexta ola, que llegó como un tsunami para aguarnos la Navidad. Como era previsible, el premio Gordo y sus acompañantes pasaron de largo y la pedrea no llegó ni con los décimos importados de Benidorm, Sort o La Palma.
Eso sí, la suerte aterrizó a última hora vía Madrid. Visto lo visto, más que nunca, al nuevo año le pedimos salud y buena onda. Como diría el genio de Ibai: toxicidad fuera, mala vibra fuera. Buenas vibraciones en Talamanca bajo la luz de una luna inmensa o en sa Carroca compartiendo anécdotas, vivencias y cañas con la troupe. Y salud para seguir tirando millas por la isla. Este año el Gordo será poder pasar Nochebuena y Navidad con la familia, a l'Horta con la jefa. No será como antes de la pandemia, pero el calor será más intenso y vital, especialmente para Samuel, Jaume y Tonet, que deberán someterse al imperio de la mascarilla durante una temporada más por obra y gracia de la presunta explosividad de la variante ómicron y el haba del roscón de Reyes que nos coló Sánchez a media tarde. A mediodía nos minimizó la ola de contagios y unas horas después... ¡Zasca! en toda la boca con el retorno de las mascarillas en exteriores.
Dos años después de la explosión de la pandemia y con el 82 por ciento de la población vacunada, vuelta a las medidas y restricciones que castigan las cabecitas ya hastiadas de tanta imposición. Menos mal que por lo menos nos prometieron que a final de año volvería la normalidad en los precios de la luz. Les quedan siete días para cumplir su palabra. De momento, hoy, nuevo atraco con forma de máximo histórico con el megavatio/hora a 383 euros. Más madera para encender chimeneas y apagar la calefacción.