Una «tormenta perfecta» es una expresión que describe un evento en el que una rara combinación de circunstancias agravará drásticamente una situación. Pero, este término utilizado en el argot gerencial sanitario puede crear confusión interesada a los 1.200.000 baleáricos y ser susceptible de ser manipulado para des-responsabilizarse de la situación que estamos viviendo actualmente en la realidad sanitaria. No es la convergencia planetaria, ni las bajas presiones, ni la emancipación de los paramecios lo que nos ha llevado a la saturación de urgencias ni de los centros de salut. No es nada raro y es crónico y clónico la falta de previsión que cada año se da en la gestión y planificación sanitaria.
La letanía es siempre la misma: cierre de camas, no contratación de personal y no adecuación de los recursos a las demandas asistenciales. Hace unos dos meses los lideres clínicos de Son Espases le anticiparon a la gerencia la tralla que se nos venía encima. Delegados de Simebal Ibiza también lo anticiparon y se lo hicieron saber a los gestores . una gran tormenta pero podíamos comprar paraguas y chubasqueros para que no nos inundara y nos calara hasta los huesos. Léase contratación de médicos, enfermeros, técnicos en cuidados de enfermería, etc. Está claro que aun sabiendo que íbamos a afrontar la séptima ola nos ha pillado en pelotas. Aquí solo responden como toca los profesionales, donde destaco a los medicos , especialmente a los de primaria y de urgencias, -¿para cuándo incentivar su prolongación de jornada?-.
Los médicos no tenemos ratios y nuestra capacidad adaptativa es impresionante, - está en nuestro adn -, servimos para cualquier roto o descosido. Sino q se lo pregunten a los internistas de Can Misses. En Mallorca !! 33 son los médicos para el refuerzo veraniego para 59 centros de salud, más de 90 unidades básicas, suap y pacs!! Un demoledor 2,1% que refleja una cifra paupérrima dada el déficit de médicos que existe. Es pertinente preguntarse: ¿Por qué el Ibsalut, ante la inminente falta de médicos, no ha priorizado ni incentivado la contratación en la sanidad pública provocando la fuga de médicos a la sanidad privada? Prohibido ponerse enfermo el verano. Y no vale la excusa que no hay médicos. Haberlos los hay, pero eligen trabajar en cualquier sitio antes que en la pública. Razón: incentivación, menos sobrecarga y por salut mental. Por otra seguimos con la ficción sanitaria muy amplificada mediáticamente con fines propagandísticos, en la que está instalada la Conselleria de Salud. Según los datos que recibimos mensualmente por parte de la Administración, en últimos meses previos al verano, ha habido un decremento de la contratación temporal del 60%. Desde octubre del 2021 hasta mayo del 2022, de 200 médicos que se contrataron en octubre se ha pasado a los 80 contratados en el mes de mayo.
Es obvio, que con este decremento de contrataciones que sufríamos en mayo, se auguraba un verano asfixiante para los médicos, quienes deben dar respuesta a unos meses muy complicados por la falta de sustitutos y por la llegada de la séptima ola del COVID que además aumenta la sobrecarga asistencial y produce bajas laborales de los médicos. Es obligado denunciar que la realidad diaria que nos presentan nuestros profesionales habla de agendas sobrecargadas en la mayor parte de los médicos de los Centros de salud de Atención Primaria. Simebal ha denunciado a Inspección de Trabajo la sobrecarga laboral que sufren nuestro profesionales y quiere remarcar, que el actual contexto sanitario asistencial en el ámbito de la saturada primaria, está generando conflictos con los pacientes, bajas laborales de médicos, violencia contra los sanitarios, deterioro de la asistencia a los pacientes, saturación de las urgencias hospitalarias, crea conflictos éticos a los médicos que se ven incapacitados de ofrecer una atención digna y genera un gran desgaste profesional con aumento de los casos de burn out.
Con la que está cayendo sorprende y mucho el bajo tono y la pasividad de las sociedades científicas de la primaria, la situación que estamos viviendo exige salir de la zona de confort y ponerse en modo reivindicativo, por los profesionales y sobre todo por los pacientes. Nos jugamos mucho. Ya saben en derrota transitoria pero nunca en doma.