En los inicios de la polémica futbolística en Vila defendí, y lo sigo haciendo, que si un equipo está en categoría profesional debe tener la cesión del campo de Can Misses. Lo que no comparto y critico es que esta cesión perjudique al interés público. Vistos los últimos acontecimientos y la actuación del Consistorio de Vila, creo que el interés público ha sido terriblemente dañado.
No seré yo el que alimente más el enfrentamiento entre clubes, siempre he pensado que sólo desde la cooperación y la complicidad entre ellos nuestra isla tendrá un fútbol de primera. Pero si me veo en la obligación de opinar sobre el que desde mi punto de vista tiene que ser el nexo de unión entre ellos y el que también tiene que minimizar los conflictos: el Ayuntamiento de Ibiza y en concreto su equipo de gobierno.
Una institución pública debe tener entre sus principios de actuación la transparencia, la neutralidad, representar a todos los vecinos y, sobre todo, la búsqueda del interés general. El equipo de Gobierno de Vila no ha cumplido ninguno de estos principios; intentaré explicar por qué.
No ha cumplido el principio de transparencia cuando nadie ha sido capaz de publicar qué cantidad cuesta usar el campo municipal. Es inaceptable que un representante municipal esté en una reunión donde se exige confidencialidad y que la misma sea sobre el coste del uso de una instalación pública cedida. El Ayuntamiento debe dar el dato del precio del uso de la instalación desglosado.
Tampoco ha cumplido con el de neutralidad porque desde el principio y de una manera descarada se han posicionado de parte. Retwitear comunicados de una de las partes implicadas no es neutral ni elegante, tampoco acusar siempre de mentirosos a la otra parte porque algo de razón llevarán, digo yo. Para saber quién tiene razón y quién miente es imprescindible la transparencia que ha faltado, y hubiera sido más positivo una rueda de prensa del alcalde explicando lo sucedido que el uso de las redes sociales.
En cuanto a su función de representar a todos los vecinos ha quedado demostrado que no lo ha cumplido en absoluto. No acudir a uno de los eventos más importantes deportivos bajo el paraguas de que hay un proceso judicial contra el ayuntamiento es de todas insostenible. ¿Considera el equipo de gobierno que los vecinos y empresarios no se pueden defenderse judicialmente contra sus actuaciones? ¿Todo aquel que presente un recurso contra el Ayuntamiento dejará de estar «bien visto» por nuestros gobernantes? ¿No cogerán taxis los concejales que gobiernan porque el colectivo ha recurrido judicialmente sus resoluciones? El alcalde tendría que estar en el palco, no hay excusa que justifique su falta de representación.
Finalmente, y lo que me parece más preocupante, es el incumplimiento de la búsqueda del interés público. Por la mala gestión del equipo de gobierno mucha gente se quedará sin ver a un equipo de primera división, precisamente el campeón de la última Copa del Rey. Cientos de aficionados que hubieran ido a Can Misses en lo que hubiera sido una fiesta del fútbol ibicenco, no van a poder acudir al estadio por los errores de nuestros gobernantes. El interés público pedía que un partido de tal entidad se hiciera en la mejor instalación de la isla y desafortunadamente, no va a poder ser.
Lamentablemente la actuación del que debería ser el árbitro de esta disputa no está siendo del nivel que los ibicencos se merecen, como siga entrará en la nevera.