Quien iba a imaginar que cien años después de la fundación de la SD Portmany, del Casino des Moll y del nacimiento de Dña. Soledad Dotres; la celebración del aniversario de esta última iba a provocar un lio circulatorio con el alcalde de la ciudad como implicado.
Mientras Dña. Soledad soplaba las velas de su tarta de cumpleaños realizada por la también centenaria Can Vadell y el Sr. Ruíz cantaba el cumpleaños feliz junto a su familia y amigos, a pocos metros, una empleada de la zona azul dejaba un regalito a nuestro alcalde envolviendo su moto con papel sancionador. La empleada no es que solo se confundiera sobre a quién realizar el regalo, sino que, también tenía serias dudas sobre si se debe o no multar a las motos que estacionen en zona azul; aunque paguen su correspondiente tique. Por cierto, dudas que dado su firme convencimiento a la hora de poner la sanción parece que nunca fueron resueltas por su empresa.
Pero las confusiones a la hora de interpretar la ordenanza de aparcamiento no son una novedad. Hace ya algunos meses advertí al equipo de gobierno que la empresa concesionaria de la zona azul estaba incumpliendo con el artículo 5.4 de la ordenanza municipal reguladora del servicio de estacionamiento, pero hicieron oídos sordos y no dieron importancia a lo que tiene que ser su obligación: hacer cumplir las ordenanzas.
El artículo 5.4 de la ordenanza indica que el tiempo máximo de estacionamiento en la zona azul es de dos horas, transcurridas éstas, el vehículo tiene que moverse de sitio. La empresa concesionaria del servicio permite prorrogar la zona de aparcamiento cuando has estado más dos horas sin necesidad de mover el coche, ya que lo puedes hacer desde cualquier sitio mediante la aplicación del móvil. Por tanto, el equipo de gobierno está consintiendo que la ordenanza sea incumplida, pero tranquilos, en este caso se infringe llenando las arcas municipales, por tanto, la confusión merece la pena.
Parece que ahora la última confusión, al estar implicado el alcalde, no ha merecido tanto la pena. La duda de actualidad es si las motos pueden o no aparcar en zona azul pagando el tique. Según la versión del equipo de gobierno y la empresa concesionaria pueden hacerlo, pero lo que aquí resulta raro es que una empleada de la misma empresa tenga una opinión totalmente opuesta. Ha tenido que multarse al Sr. Alcalde para que la empresa concesionaria emita un comunicado indicando que nuestro máximo representante de la ciudad no había cometido ninguna infracción. En este caso, me imagino, que la misma empresa habrá revisado todas las sanciones impuestas por este motivo y rápidamente estará procediendo a anularlas y devolver el dinero, o lo que es peor, a sabiendas que las sanciones estaban mal puestas ha seguido tramitándolas sin decir ni una palabra. También es de imaginar, que todos los trabajadores de la zona azul tendrán un curso intensivo la semana que viene para ver en qué casos hay que multar y en cuales no, aunque este curso parece que llega un poco tarde.
Sea como fuere, lo que es preocupante es que haya tenido que sancionarse la moto más conocida de nuestro municipio para que nos demos cuenta de que un procedimiento tan serio como el sancionador, no debe tener ningún ápice de duda. Recordemos que se está jugando con dinero de la gente, y actualmente no estamos para tirarlo. Por tanto, me imagino que, debido a esta confusión, el Ayuntamiento revisará de oficio todas las sanciones impuestas a motocicletas en zona azul para ver si su tramitación ha sido correcta porque, lo que sí sería gravísimo y se tendrían que exigir responsabilidades, es que se haya sancionado y cobrado a sabiendas por parte de la empresa concesionaria y el equipo de gobierno que no se había cometido ninguna infracción.