Uno de los grandes problemas que tenemos en la administración en Baleares y en Formentera en particular, es la de difícil cobertura de los puestos de trabajo. A modo de ejemplo en el Consell de Formentera prácticamente cada semana hay selección de personal porque tenemos una rotación muy importante de trabajadores y esto se debe básicamente a dos aspectos: por un lado, la difícil posibilidad de encontrar una vivienda en Formentera y por otro el bajo salario, que seguramente impide también poder encontrar esa vivienda adecuada.
Por lo tanto, considero que una de las acciones sindicales más importantes que tenemos que hacer desde UGT, por lo menos en el caso concreto de Formentera es conseguir una mejora salarial, si bien es verdad que con la carrera profesional hemos conseguido un avance, todavía queda margen para seguir. Y la otra es mejorar las condiciones del puesto de trabajo para que; ya que son de difícil cobertura, al menos con instrumentos legales, pueda ser más atractivo. Y estoy convencido que una de las cosas que podemos hacer para que el puesto de trabajo sea más atractivo es una jornada laboral más reducida, pero que además no va a implicar una menor productividad.
De todos es sabido, que las nuevas tecnologías y los nuevos instrumentos nos permiten hacer en menos tiempo el mismo o incluso más trabajo; hace 30 años en la administración funcionábamos a bolígrafo y en los mejores casos con máquina de escribir. Ahora usamos aplicaciones informáticas, correos electrónicos, registro electrónico, teletrabajo… que agiliza muchos trámites que antes llevaban semanas. Aprovechando los avances tecnológicos y los aumentos de la productividad, reducir la jornada laboral sin pérdida de salario es una realidad.
Una cosa son los días laborables y otra, los días que trabaja cada trabajador dentro de esos días. En nuestra propuesta los días laborables seguirían siendo 5 (de lunes a viernes). Pero de esos días los trabajadores sólo trabajarían 4. Así conseguimos «esponjar» el uso de los servicios públicos y de los espacios.
Por poner un poco de contexto fue Robert Owen quien en 1810 comenzó a hablar de una jornada de 8 horas. En España esa jornada no se consiguió hasta el año 1919, una jornada de 8 horas 6 días a la semana 48 horas. Después se consiguió la jornada de 40 horas, en la administración en muchos sitios tenemos la jornada de 35 horas, por lo tanto, no es hacer un planteamiento exagerado y extraño plantear una jornada de 32 horas en la administración que es lo que hemos planteado desde UGT en el Consell de Formentera.
Existen claras ventajas medioambientales a la hora de hacer jornadas más reducidas pues disminuimos los desplazamientos al trabajo, dedicamos más tiempo para implicarnos en actividades bajas de carbono, como pueden ser las deportivas y culturales (tiempo ocioso, que también genera actividad económica). Permite la conciliación familiar, la mejora de la salud (especialmente de la salud mental). Y sería una medida clave para que el trabajo no remunerado, especialmente el cuidado de familiares e hijos o el mantenimiento doméstico, se pudiese también repartir cada vez más de forma equitativa entre hombres y mujeres.
Desde mi punto de vista la reducción del horario de trabajo debe entenderse también como una forma de distribución de la renta, como un elemento de Bienestar Social, como un reparto de la escasez de trabajo asalariado como consecuencia del incremento sostenido de esta productividad y de las altas tasas de desempleo. El problema del empleo no está solamente asociado a la demanda sino también al aumento de la productividad que requiere inevitablemente de una distribución real del tiempo de trabajo si se quiere mantener el pleno empleo.
Uno de los grandes debates actuales que tienen la Unión Europea, se centran en la relación negativa que existe entre el número de horas trabajadas y la productividad. Es decir, cuanto mayor es la jornada del trabajador menor es su producción por horas.
Los planes de reducción de las horas de trabajo se consideran sumamente eficaces durante periodos de crisis ya que reducen el número de despidos. En Alemania durante la crisis económica de 2008-2014 la estabilidad del empleo se logró en buena medida gracias a los ajustes de las horas de trabajo y gracias al diálogo social como una medida para proteger el empleo y la productividad, así como la viabilidad de las empresas.
Insisto, una semana laboral de cuatro días tiene repercusiones muy positivas para reducir el desempleo y la precariedad, para abordar problemas de salud, para aumentar la productividad, para ayudar al medio ambiente y para mejorar la vida familiar.
En 2021 en el 43 congreso federal de UGT se aprobó la implantación de la semana laboral de las 32 horas con un espacio para la formación continua en las empresas sin reducción salarial y garantizado por ley.
Porque estoy convencido de ello, en Formentera presentamos y aprobamos una propuesta en la cual planteábamos la posible implantación de esta semana laboral de cuatro días, mediante la creación de un grupo de trabajo, teniendo en cuenta los siguientes puntos que ahora paso a enumerar:
1-la posibilidad de la reducción de 35 a 32 horas de trabajo semanal
2-que hay servicios que no pueden cubrirse con 32 horas
3-los servicios que no puedan hacerse por teletrabajo
4-organización de turnos
5-prever las situaciones punta de trabajo o incidencias
6-mantener o incluso aumentar las horas de atención al público (servicios por la tarde)
Presentar una propuesta así en el Consell de Formentera requiere de un interlocutor válido, una contraparte que crea firmemente en esta propuesta y que trabaje con el fin de mejorar el servicio a los usuarios de la administración. No ha sido hasta esta legislatura que hemos podido aprobar una propuesta de este calado para crear el grupo de trabajo, y eso es de agradecer.
Recientemente hemos visto como la Sra. Ayuso en Madrid rechaza y se burlaba de esta propuesta, al igual que la Sra.Prohens en Balears, seguramente porque desconocen los beneficios de la misma, será cuestión de explicárselo.
En unos días tenemos elecciones, hay que leerse los programas de los diferentes partidos algunos llevan como propuesta la jornada laboral de 32 horas. Los políticos debieran saber, que los ciudadanos no votan por agradecimiento sino por expectativa, en el caso de la jornada de 32 horas, ya sabemos dónde están las expectativas.
JOSE RAMON MATEOS MARTIN,
DELEGADO DE UGT EN EL CONSELL DE FORMENTERA