La democracia es ese sistema electoral que permite deshacerse de políticos arrogantes, prepotentes y que, en un momento dado, cuando llevan demasiado tiempo en el poder, llegan a confundir las instituciones consigo mismos, hasta creer que levitan, que están por encima del bien y del mal. No aceptan críticas, sólo halagos, y se permiten el lujo –que a la postre siempre resulta un error fatal– de atacar a la prensa libre, vetando a los medios críticos. Esos políticos que caminan sobre el agua, siempre en poder de la verdad absoluta, acaban siendo puestos en su sitio por la vía de los votos. ¡Qué grande es la democracia!
Es una lástima que Rafa Ruiz haya tenido que experimentar en sus carnes el desprecio ciudadano manifestado el domingo 28M en los colegios y mesas electorales de Vila, para caer en la cuenta de lo alejado que estaba de la realidad. Las urnas le han dado la patada en el trasero que sin duda merece y que ha venido reclamando con ahínco desde hace años.
Twitter, el cenagal donde sus concejales y el resto de la claque socialista vilera se mueve como pez en el agua desde cuentas fake, no es el mundo real. Y es que cuando un partido que gobierna, además de vetar a periodistas, crea perfiles falsos en las redes sociales para ridiculizar a un medio de comunicación y a sus rivales políticos, está sentenciado en términos democráticos e inhabilitado para gobernar. Tiene los días contados, aunque ellos no lo sepan. Llegar a ese nivel de bajeza política y moral no puede resultar gratis. Y no lo ha hecho, bendita democracia.
Lo procedente en este caso sería que Rafa Ruiz presentase su dimisión y abandonase la política, donde ya ha hecho todo el daño que tenía que hacer. Pero dada su ceguera política, su incapacidad manifiesta para entender mínimamente lo que le rodea, no lo hará y consentirá en ser el líder de la oposición al equipo de gobierno de Rafa Triguero, que ha logrado a la primera algo que no ha tenido nunca Ruiz: mayoría absoluta. ¡Cómo de malo tiene que ser Ruiz! Pero ya pasó, afortunadamente.
Dele la culpa a este periódico, no se corte, señor alcalde. A fin de cuentas, Aitor Morrás se la dará a Ana Rosa. Si es que no se puede ser más ridículos y más absurdos.
DESCALABRADOS
Josep Marí Ribas ‘Agustinet' ha llevado al PSOE a perder todas las instituciones que gobernaba en Ibiza.
Gracias a su magnífica y extraordinaria labor, el PP gobernará en solitario en Vila, Santa Eulària, Sant Antoni, Sant Joan y el Consell d'Eivissa. Vicent Roig, que ha conseguido arrebatar a Ángel Luis Guerrero la alcaldía de Sant Josep, tendrá que negociar con Vox, el único que no ha logrado la mayoría absoluta.
Al final, el líder de los socialistas ibicencos junto a Rafa Ruiz, han devenido inesperadamente en los mejores activos del PP, capaces de movilizar al electorado de centro derecha en tal de enviarles a su casa. Y es que no se pueden hace las cosas peor. No se puede castigar al propio electorado de esa forma tan cruel, tan inmisericorde, tan feroz. Eso no hay socialista que lo resista. Y, además, no se puede hacer una campaña tan nefasta, a no ser que el propósito real sea beneficiar al rival, algo que no cabe descartar a la vista de lo acontecido.
Tampoco ‘Agustinet' presentará su renuncia a la secretaría general de la FSE-PSOE, porque para ello hace falta una grandeza y una altura de miras que ha demostrado no tener. Pedro Sánchez les ha brindado la oportunidad, a él y también a Francina Armengol, de mantenerse en el puente de mando con la excusa de las elecciones generales del 23 de julio próximo. Pero, si me lo permite, le sugiero a ‘Agustinet' que encabece la candidatura al Congreso de los Diputados por Ibiza. Será otro gran servicio, quizás el último, que tendrá la oportunidad de prestar a los populares.
La catástrofe sufrida por los socialistas ibicencos, absolutamente merecida porque se han esforzado en labrarla, aconsejaría afrontar una renovación en profundidad, pero habrá que esperar al resultado de las elecciones generales. Los populares no podrían tener más suerte.
FORMENTERA
La alternancia es otra de las grandezas de la democracia. Y que Sa Unió de Formentera vaya a gobernar con mayoría absoluta el Consell de Formentera, tras 15 años de gobiernos de izquierdas, es otra extraordinaria noticia. Llorenç Córdoba merece ser felicitado por esta proeza, una victoria contra pronóstico que ha venido trabajando calladamente durante años.