Las autoridades se muestran preocupadas por la progresiva e imparable pérdida de la audición que muestra la población, con mayor gravedad los jóvenes, básicamente por el excesivo uso de auriculares a volumen alto. Ya se sabe que demasiados decibelios un día tras otro, envejecen el sistema auditivo y la audición se resiente. Si la sordera va a más, la población escuchará peor y las empresas que fabrican audífonos venderán más y ganarán más dinero. Invertir en farmacéuticas y sonotones es la mejor inversión. Pronto estaremos, si no lo estamos ya, todas locas y sordas. Taradas en general. Yo no tengo pruebas, pero tampoco la menor duda, de que las que más pronto se vuelven discapacitadas auditivas son las que voluntariamente escuchan determinadas emisoras de radio fórmula que no se pondría ni a los talibanes en Guantánamo, porque la práctica de la tortura va contra los Derechos Humanos. Imagínate, que Samantha Hudson ha ganado el premio MTV EMA 2023 en la categoría mejor artista español, al imponerse a Lola Índigo, Quevedo, Abraham Mateo y Álvaro de Luna. ¡Cómo no van a quedarse sordos perdidos los jóvenes, oyendo semejantes bazofias! Sordos y tontos de remate. El galardón le llega tras asegurar que se mearía en la Constitución. Y yo en elle si no estuviera plenamente convencido de que gozaría con ello. Ayer mismo, dos imbéciles profundos que dicen ser activistas contra los hidrocarburos, destrozaron a martillazos el cristal protector de La Venus del espejo de Diego de Velázquez, exhibido en la National Gallery de Londres. Y es que sordos y ciegos hay en todas partes. Los talibanes que ni oyen, ni ven, ni saben, también proliferan, para nuestra desgracia. En Ibiza también hay sordas, claustros enteros de profesores, que defienden lo indefendible. Apuesto a que también escuchan a Samantha Hudson.
Opinión
Una epidemia de ‘sordes'
Joan Miquel Perpinyà | Ibiza |