La Fiscalía ha solicitado tres años de cárcel para Rafa Ruiz por el ‘caso Puertos’. Entiende el fiscal que el exalcalde de Vila benefició a unos particulares en contra de la ley. El objetivo de Ruiz es conocido: quería mantener la concesión del Club Náutico de Ibiza para los anteriores gestiones e hizo todo lo posible con la ayuda de su amigo Joan Gual de Torrella, que también se sentará en el banquillo.
A pesar de la gravedad de la acusación, los socialistas ibicencos dicen que Ruiz es inocente y que acabará absuelto. Esgrimen que el exalcalde tenía el mandato del resto de partidos para evitar que el Club Náutico de Ibiza pasase a manos de empresas de la Península, algo que ocurrió irremediablemente hace unos meses.
En primer lugar, no creo que los partidos que no gobernaban en ese momento en Ayuntamiento de Vila diesen carta blanca a Ruiz para mantener el anterior Club Náutico de Ibiza cometiendo una ilegalidad.
Cualquier dirigente político responsable sabe que una decisión política debe estar avalada jurídicamente y mantener la concesión del Club Náutico de Ibiza por arraigo no se sostenía por ningún lado, como quedó demostrado con las conversaciones publicadas en exclusiva por este medio y silenciadas por todos los demás. En las charlas difundidas queda claro que existían claras dudas de que mantener la concesión era legal. Y a pesar de ello Ruiz votó a favor y no lo hizo por ninguna cuestión de arraigo o tradición. Lo hizo simplemente para asegurarse los votos de gran parte de los socios y aparecer como el gran salvador del Club Náutico de Ibiza de toda la vida. Para ello tuvo el apoyo también de Josep Maria Costa, miembro de la junta directiva del anterior club y evidentemente beneficiario de un amarre. Siempre los Costa, cómo no.
Hay que esperar al juicio y que Rafa Ruiz se defienda de todas las acusaciones en su contra, pero lo realmente llamativo es cómo el PSOE, tan inflexible con casos judiciales del PP, sea tan condescendiente con sus propios escándalos judiciales. Ahí tenemos el asunto de los ERES, cuyos condenados tienen el apoyo incluso de Sánchez. O el tema de Begoña Gómez, que ha supuesto movilizar toda la maquinaria del Estado para atacar al juez, a los denunciantes y a todos los medios de comunicación que se han atrevido a publicar noticias sobre la esposa del presidente del Gobierno. No se entiende tampoco que José Luis Abalos haya sido apartado del PSOE sin estar ni imputado por el ‘caso Koldo’ y se mantenga a Ruiz cuando va a ser juzgado. ¿Qué tipo de criterio aplican para estas situaciones? Qué lo expliquen porque los ciudadanos tienen motivos para estar muy confundidos.
Es preocupante que un partido supuestamente de Estado como el PSOE intente desprestigiar a la Justicia cuando no le beneficia. Si Rafa Ruiz fuese militante del PP, ¿qué dirían Pilar Costa o Milena Herrera? ¿Defenderían su inocencia o exigirían su dimisión? ¿Serían tan comprensivas o saldrían a diario a pedir su renuncia? Por hechos como estos el PSOE ibicenco está en el pozo más absoluto políticamente hablando y me temo que Vicente Roselló tiene poco margen de maniobra para cambiar el rumbo de un partido totalmente desnortado. Mantener a Ruiz como portavoz de la oposición en el principal ayuntamiento de la isla es un error mayúsculo que se pagará en el futuro, pase lo que pase en el juicio de un ‘caso Puertos’, recuerden, que no tenía ningún recorrido judicial.