El Consell de Ibiza ha decidido ponerse firme contra los taxis pirata, y ¡qué falta hacía! Convertir en chatarra 38 vehículos incautados es una medida ejemplar que no solo manda un mensaje claro a los infractores, sino que pone orden en un sector que ha estado bajo el yugo del caos. Estos «piratas» no son otra cosa que parásitos del sistema, aprovechándose de una laguna en la oferta legal para sacar provecho de la desesperación de turistas y residentes. ¿El resultado? Pasajeros sin garantía de seguridad, precios inflados, rutas improvisadas y una competencia desleal que pone en jaque a los taxistas legalmente establecidos. Es hora de poner fin a este abuso.
Las nuevas sanciones, que incluyen multas de hasta 15.000 euros y la colaboración de policías locales y detectives privados, apuntan a asfixiar esta actividad ilegal desde todos los frentes. A los piratas ya no les va a salir barato seguir jugando a ser taxistas. El Consell de Ibiza no solo actúa, sino que lo hace con precisión quirúrgica, atacando justo donde más duele: el bolsillo y los vehículos. ¿No pueden pagar la multa? Pues sus coches se convertirán en chatarra, y buena suerte tratando de continuar con el negocio desde la chatarra.
Lo que debe quedar claro es que los taxis pirata son una lacra que daña la imagen de Ibiza como destino turístico. Cada turista engañado o estafado por un servicio de mala calidad es una herida en la reputación de la isla. Además, el impacto en la economía local no es menor. Los taxis legales, sujetos a tarifas y regulaciones, no pueden competir con un sistema de transporte ilegal que carece de cualquier tipo de control o estándar. No solo se trata de desincentivar la actividad ilegal, sino de recuperar la confianza en los servicios de transporte regulados.