Soy un defensor de los medios públicos, de la necesidad de disponer de una red de televisiones y radios que ofrezcan una información de calidad y objetiva, donde los periodistas tengan sueldos dignos y sobre todo la libertad de informar ajenos a las presiones políticas. El nuevo presidente del consejo de administración de RTVE recientemente elegido ha dicho que su objetivo es parecerse más a la BBC, pero solo en temas de personal. Con 400 directivos, el nuevo presidente de RTVE cree que hay que recortar, pero poco ha dicho sobre la línea informativa que es realmente donde hay que hacer un cambio radical.
Lamentablemente RTVE se ha convertido desde hace tiempo en un simple instrumento de poder al servicio de Sánchez, al igual que el CIS, el Tribunal Constitucional y el Banco de España. Da vergüenza ajena ver los programas matinales, donde se sigue estrictamente la línea argumental del Gobierno.
El día después de que Aldama denunciase haber pagado comisiones a dirigentes socialistas, ¿cuál creen que fue el primer tema de debate del programa de la mañana en RTVE? Pues aunque les parezca increíble los tertulianos comenzaron a debatir sobre los problemas entre Pablo Motos y Broncano por un invitado. Un tema de alcance, sin duda, comparado con una red de corrupción que implica a varios altos cargos socialistas y, sobre todo, al que durante varios años fue el «número dos» de Sánchez.
Cuando los tertulianos comenzaron a debatir sobre Aldama (no hacerlo hubiese sido un escándalo), lo más importante era insistir en que todas las pruebas tenía que demostrarla, recordar que ya ha habido otros delincuentes confesos que no han podido avalar sus denuncias con documentos. En resumen, Aldama no es de fiar y sus denuncias son poco creíbles, un guión muy diferente al que se ha utilizado históricamente con escándalos que han afectado a otros partidos políticos.
No se trata de un debate sobre izquierdas y derechas. El debate es que un medio que pagan todos los españoles y que cuesta casi 1.200 millones al año no puede comenzar su programa estrella de la mañana con una polémica entre Broncano y Motos. Es un insulto a la inteligencia de los ciudadanos.
Lo lamento por los muchos compañeros que trabajan en RTVE con profesionalidad, pero se convierten en cómplices cuando no denuncian esta línea editorial tan descarada a favor del Gobierno. Nada se sabe ya de los «viernes negro' cuando los periodistas protestaban por las supuestas presiones por el Gobierno de Rajoy y ahora viven en primera persona la degradación permanente del medio.
Poco se puede esperar en el futuro cuando una de las nuevas integrantes del consejo de administración de RTVE es la periodista que se inventó que el juez José Peinado, el magistrado que investiga a la mujer de Sánchez, tenía dos DNI, uno de los grandes bulos para desacreditar su instrucción. Que no se lamenten cuando los ciudadanos pidan el cierre de una RTVE que, hoy por hoy, no cumple los objetivos mínimos de lo que debe ser un medio público independiente y veraz. Por desgracia está a años luz de la BBC y ellos también lo saben.