La Federació de Colles de Ball Pagès ha estallado en cólera vía comunicado porque dos balladors han cometido la osadía de bailar al ritmo de techno en una discoteca de Ibiza. He tenido que leer un par de veces la noticia para cerciorarme de que no era una broma. Y no lo es. Estos señores están indignados porque un chico y una chica se han atrevido a llevar la cultura ibicenca a un espacio que deben considerar algo así como el averno.
Creo que soy de las pocas que puede decir que no ha pisado nunca una megadiscoteca ibicenca. No soporto esa música, no soporto las grandes aglomeraciones de gente, soy claustrofóbica y, además, el postureo (ejem, ejem…) que se suele observar por esos lares me genera algo que va más allá de la incomodidad. Pero, dicho esto, reconozco que, me gusten o no, las discotecas están también en nuestra cultura. Ibiza no sería lo que es sin ese ocio nocturno que tanto gusta criticar pero al que esta isla debe, para bien o para mal, parte de su fama mundial. Y no pasa nada por reconocerlo.
Lo que sí me cruje, y mucho, es la pretensión de esa misma federación de tener la potestad de decidir dónde y de qué manera se exhibe el ball pagès. Puedo entender que, dentro de lo oficial, puedan pronunciarse sobre si es conveniente o no actuar durante la toma de posesión de un político. Pero allá que van. O en la apertura de una nueva empresa. No fallan. Como el bisbe, que eso sí que me tiene loca. Así que no entiendo a qué viene ahora la rasgada de vestiduras. Indignarse porque haya ball pagès en una discoteca es no haber entendido el mundo en el que vivimos. O, lo que es peor, es subirse al carro de una censura que está de vuelta en todo su esplendor. La cultura no está para encerrarla en vitrinas. Se vive, se disfruta y se baila. Quin fàstic…
Y encima terminas tu artículo de opinión con esta frase: “La cultura no está para encerrarla en vitrinas. Se vive, se disfruta y se baila. Quin fàstic…” ¿El baile payés “encerrado en vitrinas? HÁZTELO MIRAR, porque no tienes ni idea !! Y respecto a la actuación, me parece una falta de respeto.