Fanny Tur confesó ayer que le gustaba más el despacho que tenía en el Arxiu Històric d'Eivissa, en Can Botino, que el que ahora ostenta como consellera de Cultura en el Palma Arena.
La política ibicenca, sin embargo, ha solicitado a la Universitat la cesión de un magnífico edificio situado en el centro de Palma, a pocos metros del Parlament.
Pero le puede más la ambición. Sabe perfectamente dónde se mete y con qué tipo de gente, pero la cuestión es trepar. Dios los cría y ellos se juntan. Da un poco de pena