Ese realmente inquietante que el PSOE, después de solicitar por activa y por pasiva las pruebas sobre las amenazas de Córdoba de exigir sobresueldos, ahora no quiera escuchar las grabaciones cuya existencia adelantó en exclusiva este periódico. No está en la línea de transparencia de la que tanto presumen los socialistas la posibilidad de intentar alcanzar un acuerdo para gobernar junto a Córdoba lo que resta de legislatura. Porque la decisión del PSOE de no querer conocer la verdad empieza a dar motivos para sospechar que es una forma de aproximarse a Córdoba para gobernar en contra de lo votado en mayo.
Escuchar unas grabaciones no es ningún delito como dice Rafa Ramírez
El líder de los socialistas formenterenses, Rafa Ramírez, no quiere escuchar las grabaciones donde Córdoba, al parecer, solicitaba un sobresueldo porque los 90.000 euros que gana al año no le bastan. Dice Ramírez que escuchar estas grabaciones podría ser delictivo, pero convendría que explicase qué artículo del código penal lo dice. Porque el Tribunal Supremo señala que grabar una conversación en la que participamos, tanto en formato de vídeo como en audio, es totalmente legal. Es decir, que podemos grabar cualquier conversación en la que intervenimos incluso aunque no avisemos al resto de interlocutores.