Evitar o minimizar los vertidos fecales sigue siendo la gran asignatura pendiente en Ibiza. El último lamentable episodio ha sucedido en Cala de Bou, donde una tubería reventó este pasado lunes por la tarde por no aguantar la presión, provocada por el aumento de población flotante, e inundó de fecales la avenida Sant Agustí, apestando a residentes, turistas y trabajadores. Los ayuntamientos de Ibiza deben hacer un mayor esfuerzo en la separación de las redes pluvial y fecal para evitar, o al menos intentar minimizar, los vertidos que, además de molestar a residentes, dan una pésima imagen turística.
La Marina y el puerto de Ibiza no puede ser un foco de problemas
Vecinos y comerciantes del puerto de Ibiza y la Marina han alzado la voz a raíz del tiroteo que se produjo entre, al parecer, familias de etnia gitana. En este sentido, alertan de que la presencia de yonkis, personas sin techo y malechores no se frena y, por ello, reclaman más presencia policial y cámaras. Se trata de dos puntos turísticos que congregan a miles de visitantes, razón por la cual la seguridad en estas zonas debería de ser prioritaria para evitar sustos tan desagradables como el de este domingo.