El conocido psicoterapeuta, escritor, comunicador y colaborador en distintos medios de comunicación Alberto Soler será el protagonista de una nueva sesión de las conferencias La aventura de educar en familia, organizado por el Ayuntamiento de Santa Eulària, este viernes a las 19.30 horas en el Palacio de Congresos de Ibiza, en Santa Eulària. Bajo el nombre El miedo en la infancia, comprenderlo para ayudarles, en su charla abordará los miedos que sufren los niños y niñas y cómo los adultos pueden identificarlos y afrontarlos para ayudarles a superarlos, aportando una serie de consejos como los que aparecen en su último libro, el cuento ilustrado para niños a partir de 4 años Tengo un nudo en la barriga, o en su exitoso videoblog Píldoras de Psicología.
— El eje de su conferencia tratará sobre el miedo. Pero, ¿qué es para usted el miedo?
— El miedo es una emoción universal, que tenemos todas las personas y que compartimos con numerosas especies. Es una emoción clave para la supervivencia, ya que se encarga de alertarnos de los peligros y movilizar los recursos necesarios para hacerle frente.
— ¿Y en el caso de los niños?
— En su caso lo experimentan como parte natural del desarrollo. Es lo que se conoce como los miedos evolutivos y que suelen desaparecer por sí solos. Eso sí, si no lo hacen, es entonces recomendable buscar ayuda profesional.
— ¿Los adultos nos tomamos sus miedos tan en serio como merece?
— Es cierto que existe cierta tendencia a minimizar ciertas vivencias en los más pequeños y que cuando hablamos de ansiedad o estrés lo infravaloramos porque consideramos que son vivencias adultas y que no tienen lugar en la infancia. Pero, lamentablemente, nada más lejos de la realidad.
— Entonces, ¿qué tenemos que hacer los padres para detectarlos?
— En el caso del miedo es el más sencillo, ya que la mayoría de veces son los propios niños quienes se encargarán de informarnos cuando nos dicen aquello de «mami, tengo miedo de…» Sin embargo, hay veces en las que no se observa de forma tan obvia y es entonces cuando tendremos que aprender a leer señales externas que también aparecen con la ansiedad y el estrés como la pérdida de apetito, irritabilidad, cansancio, bajada en el rendimiento escolar, quejas somáticas como el dolor de tripa o de cabeza o el rechazo repentino a ciertas actividades o lugares.
— ¿Es cierto que la pandemia ha aumentado esos miedos entre nuestros pequeños?
— Sin ninguna duda. Todos los datos muestran un incremento en la demanda de atención psicológica infantil por problemas relacionados con la ansiedad, el estrés y los miedos.
— ¿Cuáles son las principales causas de la ansiedad en los niños?
— Los problemas en el contexto familiar o escolar son las principales fuentes de ansiedad en los más pequeños. Fundamentalmente, situaciones de maltato, carencias afectivas, discusiones de los padres, enfermedades propias o de seres queridos, sobrecarga de tareas académicas, problemas con los compañeros o falta de tiempo libre y horas de descanso.
— Hace poco en su cuenta de Instagram hablaba de que los niños también podían tener estrés… suena tremendo…
— Por supuesto, y de hecho lo tienen. El problema es que nos cuesta mucho identificarla. Pero la presión a la que sometemos a los más pequeños, las largas jornadas académicas, el exceso de actividades extraescolares, los deberes o la presión por la excelencia, hacen que veamos en niñas y niños problemas que asociamos más con personas adultas.
— ¿Y que los padres estén divorciados? ¿Cómo les afecta?
— Es una fuente muy importante de ansiedad y malestar para todos los implicados, y muy especialmente para los menores, tanto por los cambios que implica en rutinas o lugares de residencia como por el ambiente que en ocasiones se genera. Lamentablemente en muchas ocasiones los hijos acaban siendo el arma arrojadiza entre los progenitores en conflicto, lo cual suma mucho más malestar del estrictamente necesario.
— Usted ya estuvo en Ibiza en septiembre y habló de que a veces a los niños hay que decirles un no rotundo ¿es tan difícil educar como parece?
— Es difícil educar en un contexto social en el que se da la espalda a la infancia y a las familias que crían lo que provoca que tengamos una de las tasas de natalidad más bajas del mundo.
— ¿Y por qué cree que eso sucede?
— Fundamentalmente por el poco apoyo social y político a las familias. Si apenas tenemos recursos para sostenernos a nosotros mismos, ¿cómo vamos a sacar adelante una familia? Los problemas de conciliación, de acceso a la vivienda, estabilidad laboral, salarios dignos, el coste de la vida… estos son los motivos que hacen que sea difícil educar.
— Entonces, ¿qué les diría a esas parejas que tienen miedo a tener hijos?
— El miedo no es malo siempre que no nos paralice y nos ayude a lograr nuestros objetivos. Pocas decisiones en la vida son tan relevantes e irreversibles como el hecho de traer una persona a este mundo. Ese miedo, en su dosis adecuada, es el que moviliza a buscar información y recursos para dar lo mejor de nosotros.
— Usted escribió Tengo un nudo en la barriga, para niños de cuatro años y ya tiene amplia experiencia editorial. ¿Qué nos pueden transmitir los libros ahora que parece que cada vez lee menos gente?
— Nosotros escribimos tanto divulgación dirigida a educadores como cuentos infantiles y nuestro objetivo, en ambos casos, es hacer llegar de una forma clara y comprensible información que nos ayude a entender mejor la infancia y en ocasiones identificar como problemáticas situaciones que forman parte de la normalidad. Y también a la inversa, pasar por alto indicadores que nos hacen ver que hay algo que no funciona como debería. Los libros son un medio fantástico para poder comunicar con calma, profundidad y cercanía.
— También es autor del videoblog Pildoras de Psicología. ¿Cómo ayudan las nuevas tecnologías a transmitir el mensaje?
— Son un gran complemento a medios tradicionales porque permiten acceder a un público más amplio y con un estilo comunicativo diferente. Eso sí, requiere un esfuerzo especial para poder conjugar dos pilares fundamentales como son la sencillez y la rigurosidad.
— Algo que les ha llevado a tener millones de seguidores…
— Sí, comenzamos en 2015 con el videoblog y desde entonces nuestros videos han sido vistos millones de veces en todo el mundo. Eso da verdadero vértigo pero también son muy motivantes todos los mensajes de agradecimiento que diariamente nos llegan.