Los componentes de Sa Colla de Labritja están encantados con la visita del Cuerpo de baile Erasmo Hernández de Gran Canaria. Cerca de 30 miembros de esta agrupación llegaron el pasado sábado a Ibiza y «están muy contentos», según reconoció ayer María Marí, presidenta de Sa Colla de Labritja.
Visitas a Dalt Vila, e incluso a Formentera, no han faltado en la apretada agenda de estos visitantes que, junto a los ibicencos, protagonizaron este martes por la tarde la Fiesta de la Virgen en el puerto de Sa Cala de Sant Vicent.
Según explicó Marí, antiguamente el 15 de agosto se celebraba en este lugar una ballada, recuperada años después por Sa Colla de Labritja.
«Es el aniversario de la iglesia y todos los años traemos a un grupo invitado de fuera. El día 15 por la tarde hacemos un pasacalles porque antes también se celebraba una ballada en el puerto de Sa Cala y nosotros hace algunos años que la recuperamos. Después, nos vamos a la iglesia y tras la misa volvemos a actuar», explicó la presidenta.
Sa Colla de Labritja devolverá en diciembre la visita a sus amigos canarios.
Según destacó María Marí, en la Fiesta de la Virgen suele haber muchísima participación puesto que entre los vecinos y también turistas despierta una gran expectación. «Muchos visitantes ya saben que celebramos esta fiesta y normalmente hay mucha gente», insistió.
La agrupación folklórica de Labritja celebrará también, el próximo 27 de agosto, la tradicional ballada a Sa Font de Balàfia.
Historia
Según recogen textos históricos, la iglesia de Sant Vicent de Sa Cala comenzó a construirse en 1827 y se inauguró el 15 de agosto de 1838. La principal razón de que se tardaran 11 años fue que en esta zona de Ibiza, por entonces, residían pocos habitantes y los recursos eran limitados, así que surgieron importantes dificultades a la hora de sufragar los costes de la obra.