La mochila vital de Jorge Nacher sigue acumulando experiencias que no podrá olvidar. Este vecino de Sant Antoni ha estado en Marruecos, en un pequeño pueblo del Atlas llamado Annougal donde ha ayudado a recuperar cuerpos soterrados bajo los escombros. En esta ocasión, no se ha producido ningún milagro y los voluntarios no han podido rescatar a nadie con vida.
Nacher viajó al país junto a otros miembros del Grupo Balear de Rescate. Un médico militar llamado Mohamed asistió durante toda la estancia a estos voluntarios. «Estoy tocado porque este viaje ha sido más duro. En Ucrania era difícil porque viajas a un lugar en guerra en el que ves el sufrimiento de la gente, con niños que lo pasan mal. Aquí te trasladas a un pueblo devastado y, al ser de los primeros en llegar, encontramos a muchas familias buscando a sus seres queridos entre los escombros», reconocía Nacher al comparar sus diferentes viajes a zonas con grandes dramas humanitarios de una u otra índole.
En sus días de estancia, los voluntarios han podido ver cómo en una aldea del Atlas de 300 habitantes, más de 90 han fallecido y prácticamente no ha quedado en pie ninguna construcción. Casi todas las casas han quedado aplastadas por rocas desprendidas de enormes dimensiones. Hasta ahora, Annougal era un lugar conocido por muchos turistas aficionados al trekking o al ciclismo.
«Es muy duro ver a familiares que están esperando a que les devuelvas un cuerpo. Además, el pueblo ha quedado completamente destruido. Verlo así es brutal», manifestó.
Tristemente, una réplica del terremoto acabó el jueves de destrozar lo poco que quedaba en la zona y, lo que es peor, bloqueó los accesos y caminos para llegar a Annougal. Desde ahora, difícilmente los vecinos podrán recibir más ayuda de carácter humanitario.
Nacher relató que, por el momento, los marroquíes de esta zona duermen en tiendas de campaña, aunque las primeras lluvias y el intenso frío no tardarán en aparecer. También reiteró que la ayuda está llegando y animó a todos los pitiusos a colaborar en la medida de sus posibilidades.
Entre las imágenes más impactantes, mencionó la de unos niños corriendo desesperados hacía los vehículos de los voluntarios para recoger un simple plátano. «Estas cosas marcan», concluyó.
Ayuda
Cabe recordar que la comunidad marroquí en la isla de Ibiza se ha movilizado para ir definiendo cómo puede ayudar a su país, sumido en una grave crisis humanitaria tras el terremoto que se ha cobrado la vida de miles de personas. Para ello, representantes de distintas asociaciones en Ibiza han constituido la Coordinadora de Apoyo y Solidaridad de Ibiza y Formentera con las víctimas del terremoto.
En este sentido, cualquier ciudadano en las Pitiusas que quiera donar dinero podrá hacerlo en la cuenta: ES73 2100 4508 8122 0003 3213. Todo lo recaudado se destinará únicamente a la compra y envío de ayuda.
Tiendas de campaña y linternas que puedan funcionar con placas solares, además de prendas de vestir y zapatos, son algunos de los artículos más necesarios en el país marroquí.