El Museo de arte Contemporáneo de Ibiza (MACE) acoge hasta el martes 31 de octubre la obra Valquiria de la reconocida artista portuguesa Joana Vasconcelos.
Elena Ruiz, directora del MACE, desgrana la historia que hay detrás de la valorada pieza. Invitar a un artista específico a exponer conlleva un proceso largo y la directora de este museo de Ibiza lo logró. «Yo tenía mucho interés en que Joana Vasconcelos expusiera en Ibiza porque considero que el diálogo que ella propone a través de su obra en este museo en concreto iba a ser muy fructífero. Un museo es ante todo un diálogo, es lo que los artistas hacen y los espectadores también, dialogar frente a ellas o crear monólogos con nosotros mismos que no dejan de ser un diálogo», expresa Elena Ruiz, quien precisa que tras contactar con Joana para proponerle que trajera su obra y que viniera a apreciar ese bagaje de la propia historia de la isla, las condiciones de luz, el ambiente, la época contemporánea y la realidad misma del museo a Vasconcelos «le fascinó y decidió aceptarlo».
La corona de Valquiria
La obra Corona de Valquiria cumple la idea de mostrar una pieza importante, como es una Valquiria, perteneciente a una serie de obras de gran formato de Joana que se llaman así y están realizadas con diversos tejidos unificados en una especie patchwork. Estos tejidos se caracterizan por sus plurales procedencias así como el gran número de texturas diferentes y calidades cromáticas que se pueden apreciar. «Apelando a esa deidad de la mitología nórdica, la Valquiria, que es esa princesa que da la vida a los guerreros muertos en combate y tiene ese poder de diosa que da la vida, se relaciona muy bien con nuestro panteón fenicio de esa diosa tan potente que es la Tanit, diosa de vida y diosa de muerte», reflexiona la directora del MACE, quien atribuye a Vasconcelos un bagaje intelectual muy importante tanto en su vida personal como en su obra. Así, alude al universo femenino a través de la costura, un mundo atribuido a la mujer pero muy poco reconocido. Se pueden encontrar técnicas como el crochet o el bordado para celebrar esa «potestad del coser». La idea es ponerlo en primer término para mover las conciencias y reivindicar su papel de mujer, según precisa Elena Ruiz. La obra general de la artista «se caracteriza por tener unos componentes plásticos muy llamativos que enseguida transmiten, por una cuestión de potencia lumínica, de la forma y del significado que a primera vista todavía no se halla, pero te atrapa y te deja vislumbrado».
Vasconcelos no ha perdido la oportunidad de presentar a los visitantes su obra y en ellas explicó que el carácter monumental de estas obras se debe a que pretende crear un «diálogo de tú a tú con la arquitectura del lugar». Elena Ruiz, que se encarga de guiar todas las visitas de esta obra, parafrasea a la artista: « Yo nunca he querido hacer obras que adornen los espacios, que sean pequeñas y que a lo importante sea el espacio, yo quiero que el espacio que tiene su importancia y su entidad dialogue con mi obra, y para eso tengo que recurrir a unas dimensiones monumentales», apunta. De hecho, ese es el caso ya que la Valquiria está situada en en la sala de armas, abrazando la columna central. Con lo cual tuvo que ser modificada la pieza, ya que no estaba pensada para abrazar una pieza central, sino para ser colocada de bulto redondo en cualquier otro sitio. Y ese sentido simbólico del abrazo está significando precisamente la relación de imbricación con el museo. Es decir, han puesto una pieza que dialoga con el museo, abrazando una pieza clave de la sala de armas. Esto lo cataloga Ruiz de un «contenido simbólico muy importante».