La sala Joan Riquer de Can Ventosa acogió ayer la presentación del libro Fletxes que ja no pertanyen a l'arc (Editorial Afers y Balàfia Postals), del escritor Carles Fabregat. De la presentación del acto se encargó el filólogo Bernat Joan, mientras que, además del autor, la editora Neus Escandell también intervino. Carles Fabregat es oriundo de Barcelona y vive en la isla de Ibiza desde el año 1985. Ha desarrollado su carrera en torno a la belleza, la cultura y las letras, establecida su figura como artista plástico, escritor y gestor cultural.
El libro está compuesto por un total de 352 aforismos que giran en torno a diferentes temáticas con una variedad de tonos. Son pensamientos que tratan de expresar una idea con la máxima economía del lenguaje, es decir, expresar mucho con poco. Cada uno de ellos conforma una frase que no supera los dos renglones e invitan al lector a conocer pensamientos que el autor, como él mismo indica, «había tenido leyendo, o que solía tener a menudo, o incluso otros que ya estaban consolidados».
Fabregat quiere dejar claro que de ninguna manera pretende dar respuestas o convertir de sus aforismos un «manual de autoayuda», sino que plantea preguntas que él mismo se hizo y las comparte con el público. Como curiosidad, el proceso de este libro coincidió con el confinamiento durante la pandemia del año 2020. Durante ese tiempo escribió 250 aforismos a los que luego decidió sumar 102 más para conformar el libro. El autor quiso adelantar a Periódico de Ibiza y Formentera tres de estos aforismos: Als virus els passa com a alguns humans: no estan ni vius ni morts/ Qui estigui lliure de pecat, que llenci el primer mòbil/ L'enamorament és una forma d'exili. Así se puede entender por qué hay unos treinta poemas que están englobados aparte titulados Adagios i proverbis per a temps de crisi, en los que intenta tener una reflexión acerca de lo que estaba ocurriendo en el momento de la pandemia.
Al ser preguntado por la existencia de un hilo conductor o temas que engloben los aforismos, Carles explica que surgieron distintas temáticas «sin ser planteadas» ya que fue en la lectura posterior cuando se dio cuenta que había entre cinco y siete temáticas. Sin embargo, no están separadas. Los tonos son diversos, el lector puede encontrar la ironía, la crítica, autobservación, las nuevas tecnologías y su representación o un tono político.
Un ejemplo de la libre interpretación que pone en valor Fabregat es el feedback planteado por un filósofo amigo suyo, quien interpretó que sí aparecía una línea conductora que es «ser en el mundo». El autor prefiere no explicarlos y lo compara con una pintura porque para él «un lenguaje no puede explicarse desde otro lenguaje».
La portada del libro la ha realizado el diseñador Pep Tur, quien tuvo libertad para su creación. Se observa que, como su título indica, «son flechas que no pertenecen al arco» y está relacionado con uno de los aforismos. «Son flechas que vagamente apuntan a un corazón», interpreta Fabregat.
La portada contiene 352 flechas, la misma cantidad de aforismos que hay escritos libro. El título es parte del siguiente aforismo: ‘Las ideas son flechas que ya no pertenecen al arco'.