Juan Riera, más conocido como Juanito de Ca n'Alfredo, protagonizó ayer una nueva edición de ‘Unas Hierbas con...', en Ebusus Sociedad Cultural.
En una charla conducida por Montse Monsalve, Riera recordó cómo todavía nadie ha sido capaz de superar el aroma de algunas coques como las que cocinaba su madre, Antònia de Can Parra.
De hecho, destacó el «tándem perfecto» que durante años formaron su madre y su esposa Catalina, un equipo «que ojalá tuviéramos ahora».
Entre otras confesiones, aseguró que no le gusta imitar a nadie en la cocina y reconoció que hubiera cometido «el fallo más terrible» si, en un momento determinado, se hubiera animado a cambiar el menú y el estilo de su conocido restaurante, abierto en Vila desde 1934 y que cuenta incluso con su propio libro de anécdotas e historias.
Riera, quien aseguró que se ha sentido «deportivista» de toda la vida, repasó también su relación con el mundo del fútbol, otra de sus pasiones.
«En Can Misses, padezco y disfruto a la vez», manifestó en relación al equipo de la UD Ibiza.
En clave profesional, aseguró que él nunca se va a jubilar y comentó que la situación que atraviesa el Club Náutico Ibiza «era la crónica de una muerte anunciada».
Sobre ello, consideró que lo que no puede perderse es la parte social de la entidad, que «debe permanecer».
«Si perdemos las costumbres, la gastronomía, el ‘ball pagès', no nos queda nada. Me da miedo que perdamos parte de lo que era la Ibiza de antes», explicó.
Riera recordó cómo su padre ya tenía «abonados>> en el restaurante, clientes que solían comer a diario en Ca n'Alfredo y que a final de mes pagaban la cuenta. Estas personas se reunieron recientemente para celebrar una comida muy especial.
«Me gusta más que me hagan sentir que me quieren», afirmó Riera, quien incluso habló de los problemas de salud mental que afectan hoy en día a una parte importante de la población.