Nunca una rondalla ibicenca había estado tan cerca de poder tocar el cielo. Un firmamento lleno de diferentes culturas que algún día podría plasmar la leyenda ‘Sa Coca', una historia de dos hermanos que habla sobre la primera ‘coca amb taiadetes de xúia i de sobrassada' en Ibiza. Esta tradicional rondalla, junto a sus personajes legendarios, ha sido la historia escogida por los alumnos de cuarto de Secundaria del IES Santa María para dar nombre al sistema exoplanetario Kepler-70. Una iniciativa educativa que une ciencia y cultura ibicenca con el objetivo de «acercar la astronomía a los estudiantes a través de la tradición de la isla». Así lo destacan los docentes del centro Santi Jiménez y Juanfran Ribas, coordinadores del proyecto ganador del concurso balear 'Es Nostro Cel', un certamen celebrado en Palma que busca incluir la cultura de Baleares en los nombres oficiales de la bóveda celeste.
«Esto ha sido el comienzo de algo importante y todo es posible. Nos gustaría que los alumnos siguiesen con este proyecto cultural de la propia isla», señala el profesor de Física y Química del IES Santa María, Santi Jiménez, sin descartar que algún día este exoplaneta pudiese recibir el nombre de esta rondalla ibicenca. Para ello es esencial presentar este proyecto en la siguiente convocatoria de NameExoWorlds organizada por la Unión Astronómica Internacional (IAU). Cabe recordar que hace un año una estrella y un exoplaneta recibieron los nombres de Filet d'Or y Catalineta, personajes de las Rondalles mallorquinas de Antoni Maria Alcover.
Sin duda, este hito histórico sería un sueño para los ibicencos que se han convertido gracias a su esfuerzo, trabajo e ilusión en ‘rondallers' del espacio. Ellos son los estudiantes de cuarto de Secundaria Rene Cibra, Bruno Fernández, Daniel Martínez y Radu State. Todos ellos han logrado un gran avance para poder proyectar de forma científica la narrativa popular ibicenca. «Nos gustó mucho analizar las diferentes rondallas y extraer ideas. También nos gustó mucho recorrer el camino que nos permitió asociar esta leyenda de Ibiza con el sistema exoplanetario Kepler-70», destaca el joven Rene Cibra, quien explica que primero tuvieron que seleccionar la historia y sus personajes, y después buscar el sistema planetario. En este sentido, indica que se informaron a través del archivo de exoplanetas de la NASA con el objetivo de conocer los colores reales de estos planetas, pero, sobre todo, los años luz de distancia de la Tierra.
«Nos hemos concentrado en relacionar el tiempo cronológico de nuestra rondalla con el tiempo cronológico de los exoplanetas», apunta, resaltando que a través de un buscador de sistemas planetarios encontraron un catálogo con cinco exoplanetas que se ajustaban a sus estudios. «Vimos que el que más historia tenia a nivel cronológico también orbitó alrededor de una estrella que explotó en forma de supernova; nos pareció muy interesante», destaca este gran grupo de jóvenes astrónomos. En esta misma línea, apuntan que durante el estudio de la rondalla ‘Sa Coca' se dividieron el trabajo a la hora de buscar ideas, conceptos y extraer las acciones de cada personaje legendario, así como la época de esta leyenda para relacionarla con los diferentes planetas del catálogo.
Asimismo, el coordinador y profesor de Física y Química del centro, Santi Jiménez, explica cómo fue la preparación del proyecto por parte de los estudiantes: «Después de caracterizar los exoplanetas que se iban encontrando, llegó el momento de identificarlos; fue entonces cuando hicieron una primera propuesta y ésta quedo entre las ocho finalistas, ganando finalmente la mención científica», subraya, mientras el docente Juanfran Ribas, también jefe de departamento de Catalán, resalta que el jurado estaba formado por un grupo de expertos en la materia. «No se descarta que esta propuesta sea trasladada a la Unión Astronómica Internacional para intentar bautizar este exoplaneta y sus estrellas», afirma.
Por su parte, el estudiante Bruno Fernández señala que su presencia en el concurso balear 'Es Nostro Cel' les cogió «desprevenidos», aunque sabían que su proyecto era uno de los ocho finalistas, de los 27 que había en un principio, para participar en este certamen. «Lo que partía de una iniciativa educativa del centro se ha convertido en el mejor proyecto de ámbito científico del concurso ‘Es Nostro Cel», señala el docente y coordinador Juanfran Ribas, orgulloso de sus alumnos tras la presentación y exposición oral del grupo durante en el concurso. No obstante, señala que, desgraciadamente, no contaron con la colaboración de algunas instituciones culturales locales a la hora de trasladarse y poder participar en este proyecto balear. Sin embargo, explica que, gracias al apoyo de la Conselleria de Educación, pudieron presentarse y traer de vuelta a Ibiza este reconocimiento estelar.