Los alumnos del CEIP Poeta Villangómez ya son unos expertos gestionando cómo llevar un negocio, pero también conocen de buena mano las causas sociales y son conscientes de ello. Este pasado fin de semana organizaron, en el paseo de ses Figueretes, una doble jornada en la que vendieron objetos que ellos mismos habían hecho a mano con material reciclado, para después destinar todo lo recaudado a la Asociación Pitiusa de Ayuda a Afectados de Cáncer (Apaac).
Junto a su profesora Nieves Vázquez Caballero estuvieron llevando a cabo el proyecto durante ocho meses. Vázquez afirma que quedaron sorprendidos cuando vieron la magnitud de lo que habían recaudado: «Pensábamos que llegaríamos a 1.000. No nos imaginábamos llegar a dos mil euros. En la vida pensábamos llegar a tanto». De este dinero, finalmente destinaron 1.800 euros a la asociación. «A ellos les hemos dado más porque no necesitábamos más para pagar la excursión a Formentera, así ya eran felices. Más que merecida la excursión», explica Vázquez. En un principio se iba a destinar un 80% a Apaac, mientras que los pequeños se quedarían con el 20% para los gastos de dicha excursión.
Vázquez señala que fue «súper bonito» lo que sucedió el fin de semana. No solo se acercaron los padres y madres de los menores, sino que vecinos de la zona e incluso turistas se paraban a ver y comprar. «Unos nos dieron 50 euros», apunta la maestra sorprendida.
«El sábado estuve allí y me sorprendió muchísimo. Había mucha gente por la época en la que estamos. Me divertí mucho por lo espontáneos que son y con el entusiasmo que tuvieron», detalla Maribel Martínez, presidenta Asociación Apaac, quien comenta que este martes se acercó al centro para recoger el dinero recaudado y le alegra saber que todavía recuerdan su nombre, ya que eran varios voluntarios en la jornada. «Ha sido un gran proyecto poder contactar con gente tan joven y que estén tan concienciados en poder ayudar a cualquier asociación con el esfuerzo de su trabajo», señala Martínez.
En cuanto a la implicación de los alumnos en este trabajo siendo pequeños, Vázquez es clara: «Los pequeños firmaron un estatuto en el que ellos se implicaban a participar. Han sido evaluados, además. Sabían que si no respetaban el convenio se quedaban sin ese beneficio de ir a la excursión».