El municipio de Sant Antoni acogió ayer por la noche la cremà, un acto muy especial en la zona de ses Variades que se realiza cuando concluyen las fallas todos los años. De esta manera finalizó la vigesimosexta celebración de las Fallas de Sant Antoni.
Una de las fiestas más emblemáticas de la cultura valenciana, que este año ha sido más emotiva que otros años debido a la tragedia de la Dana en Valencia, ya que muchos de los miembros de la comisión son valencianos.
Este 2025, el monumento ha consistido en una geisha japonesa y un tigre. Ambos ardieron ayer lentamente ante la mirada de los presentes. La primera en quemarse fue la imagen infantil y seguidamente la mayor.
Por otra parte, durante el mediodía de este domingo también se celebró un pasacalles por la localidad para poder llevar una ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados y mostrarle su respeto. Sin duda, un día muy emotivo y especial que, como todos los años, busca unir las tradiciones valencianas con Ibiza y su gente.