Sant Antoni ha vuelto a ser este domingo el centro neurálgico para los amantes de la lectura en un passeig de ses Fonts donde ha lucido un sol que avisa de la proximidad del verano. Desde las 11 horas, tanto residentes como algún turista, han podido darse una vuelta por los diferentes puestos instalados y decidir si se llevaban una nueva lectura para casa. Además, y siguiendo la tradición de Sant Jordi, los diferentes expositores también ofrecían rosas para vender a los asistentes.
Entre los puestos, los lectores se paraban a investigar los libros, ya que cada uno tenía un tipo de lectura diferentes: desde la infantil hasta la juvenil pasando por los libros sobre Ibiza y alguno que otro sobre Sant Antoni también. Vicent Marí Costa, de la librería Mediterrània, explica que la acogida «ha sido muy buena». Además, Marí afirma los jóvenes se interesan por la lectura. «Hay futuro», añade.
Entre los jóvenes que pasean entre los puestos está Carmen Gutiérrez, una lectora portmanyina de 23 años que intenta asistir a este día siempre que puede. «Estos eventos ayudan muchísimo, porque a la vez que se hace una labor social con puestos como los de Cáritas, también fomentan la cultura, que hace falta», detalla. Gutiérrez apunta que no hay muchos jóvenes comprando y que se deberían fomentar las jornadas lectoras en la localidad, como los clubes de lectura.
Aunque la mayoría de las personas que suelen asistir a esta jornada son residentes, los turistas que comienzan a llegar también quieren cotillear nuevas lecturas, como es el caso de Isabel, una turista valenciana que se ha topado con esta feria.
La jornada también ha contado con talleres para niños, además de haber puestos con libros infantiles y, de esta manera, introducirles a la literatura desde temprana edad.