Con un inusual viento para un día de mayo, arrancaban en es Puig de Missa de Santa Eulària las celebraciones religiosas con motivo de las fiestas de Es Primer Diumenge de Maig. Justo antes, había sido trasladada en procesión desde la capilla de Lourdes hasta el templo la imagen de Nuestra Señora del Rosario ataviada con una auténtica 'emprendada' payesa. Turistas, vecinos y miembros de la agrupación folklórica de Es Broll llenaron de inmediato la iglesia, donde el obispo Vicent Ribas presidió un año más la solemne misa. En una homilía de más de 15 minutos, Ribas recordó los motivos por los cuales comenzó a celebrarse en Santa Eulària esta tradicional fiesta; habló también de las lecturas del Evangelio y, como era de esperar, se refirió a la elección del nuevo Papa, un proceso que comienza esta semana en Roma.
"Será un hombre como nosotros, con sus pecados, sus faltas, con sus limitaciones", afirmó el obispo en relación al futuro pontífice. Ribas aseguró que "hemos de querer al Papa como nuestro pastor" y reconoció que, en relación al papel que tienen los cardenales en el Cónclave, "no querría estar yo en su piel" debido a la "gran responsabilidad" que tienen de elegir al próximo Santo Padre.
Cerrando la misa, el párroco Josep Lluís Mollà agradeció la asistencia de todas las personas que llenaron la iglesia y destacó que, desde ahora, Cáritas Santa Eulària abre también los sábados, "aunque necesitamos voluntarios". En este sentido, remarcó que esta entidad solidaria atiende a las personas necesitadas "sean de la nacionalidad que sean".
Los 'balladors' y 'balladores' de Es Broll provocaron un gran entusiasmo entre las decenas de turistas que subieron hasta es Puig para disfrutar del 'ball pagès', inmortalizando cada minuto con sus cámaras y teléfonos móviles. "Soy de Alemania y nunca había visto un traje así", comentó una señora nada más descubrir a las primeras payesas en salir.
También un joven de México y su madre no dejaron escapar detalle de la indumentaria tradicional. Lo mismo hizo una pareja mallorquina, sorprendida por las diferencias entre sus prendas folklóricas y las de Ibiza. "Qué diferentes son", insistieron.
En el primer domingo de mayo, el pueblo se llenó además de carros, exposiciones y, sobre todo, de mucho ambiente, finalizando la mañana bajo un sol abrasador y sin rastro del fuerte viento que azotó la localidad durante las primeras horas del día. De hecho, asistentes como el presidente del Consell, Vicent Marí, optaron por plantarse un sombrero de paja para evitar quemarse mientras la colla de 'ball pagès' repetía actuación frente al Ayuntamiento en una renovada plaza.
Ni por 1000€ hubiera ido yo a Maig. Cutre y más de lo mismo.