Este viernes el Ayuntamiento de Sant Josep de sa Talaia llevó a cabo una intervención para retirar residuos detectados recientemente en una zona de difícil acceso en Cala Bassa. La acción contó con la participación de Felicia Bocú, concejala de Medio Ambiente, Sostenibilidad y Litoral, junto con voluntarios de la Asociación de Voluntarios de Ibiza y personal de la empresa concesionaria de residuos, UTE Es Vedrà.
La concejala explicó que se trataba de un vertido incontrolado, aparentemente antiguo, descubierto por voluntarios de una entidad ambiental durante una jornada de limpieza. Sin embargo, la primera dificultad fue encontrar la localización del punto exacto, lo que ha retrasado la intervención. «Hemos tardado casi dos días en encontrar el sitio y no se ha podido acceder con camión pulpo, por lo que la retirada ha tenido que hacerse a mano», indicó Bocú.
La responsable de Medio Ambiente denunció la falta de civismo que suponen estos actos, recordando que solo en 2024 los trabajos de limpieza por vertidos ilegales han supuesto un coste superior a los 600.000 euros. Este gasto, señaló, acaba repercutiendo en la ciudadanía a través de las tasas municipales. «Cuantos más vertidos incontrolados hay, más alta será la suma que los vecinos de Sant Josep tendrán que soportar», afirmó.
La concejala hizo un llamamiento a la colaboración ciudadana para denunciar este tipo de prácticas mediante la línea verde municipal, que recibe avisos las 24 horas. También recordó que llevar los residuos a los puntos autorizados da acceso a descuentos en la tasa de basuras que pueden llegar al 30%.
Por su parte, Daniel Tomer, portavoz de la UTE Es Vedrà, detalló que el servicio de recogida se ha reforzado este año, especialmente para el inicio y final de la temporada turística, cuando se detecta mayor número de vertidos. El dispositivo incluye camiones pulpo con capacidad para 16 toneladas y varias camionetas que trabajan a diario.
Finalmente, Bocú expresó su tristeza por encontrar este tipo de residuos en espacios naturales protegidos. «Es incomprensible que alguien haga el esfuerzo de venir hasta aquí para tirar basura, cuando existen puntos limpios abiertos y disponibles». La actuación permitió retirar 600 kilos de restos, entre chatarra, plásticos y otros residuos.
¿Voluntarios al servicio de un ayuntamiento disfrazado de intervención altruista para asunción de competencias claramente municipales y beneficio de las empresitas que explotan la playa?.. Que vergüenza, Bocú....No maniquíes a la gente buena y asume lo que te corresponde con TUS medios.