Esta semana todavía se ven cerezas en los puestos del Mercat Nou, aunque las cosechadas en Ibiza cuesta encontrar. Ya llevan alrededor de un mes en los puestos y siguen siendo uno de los productos más vistosos del mercado. De color intenso y sabor dulce, es una de esas frutas que anuncia el verano y que muchos consumidores esperan con ganas. Aunque la temporada sigue activa, las cerezas locales ya se están terminado.
En Ibiza se cultivan algunas cerezas en fincas pequeñas, sobre todo en zonas del interior como Santa Agnès o Pla de Corona, donde el clima favorece su desarrollo. No es uno de los cultivos más extendidos de la isla, pero cada año hay productores que logran sacar pequeñas partidas que se venden muy bien en cuanto llegan. Este año, según comentan algunos vendedores del mercado, la cosecha local fue breve y ya apenas quedan existencias.
Actualmente, las cerezas que se pueden comprar en los puestos vienen de zonas productoras de la Península como Aragón o Extremadura, donde la campaña continúa en marcha. Aunque no es el producto más barato, su venta sigue funcionando. «La gente las sigue pidiendo. Muchos vienen buscando las más grandes y oscuras, que suelen ser las más dulces», añade la frutera. El precio, según el tamaño y la procedencia, ronda entre los 7 y los 12 euros el kilo. Con la llegada de las primeras cajas de cerezas los precios llegaron a triplicarse.
Además de su sabor, las cerezas también destacan por sus propiedades. Son ricas en antioxidantes, y las antocianinas son las responsables de su color. También aportan vitamina C, potasio y fibra. Se consideran beneficiosas para reducir la inflamación, favorecer el descanso y aliviar molestias musculares tras el ejercicio físico.
A nivel gastronómico, se pueden usar tanto en dulce como en salado. En casa, lo más común es tomarlas tal cual o en postres como mermeladas o combinadas con yogur. También se usan para acompañar platos de carne, especialmente en recetas con pato o cerdo, donde su punto ácido encaja bien.
Desde los puestos aseguran que, aunque este año la venta no ha sido tan fuerte como en anteriores campañas, la cereza sigue siendo un producto que se mueve bien. «Es una fruta de temporada corta y eso hace que la gente la busque más», explica una frutera del Mercat Nou.
Para conservarlas en buen estado, se recomienda no lavarlas hasta el momento de consumirlas, guardarlas en la nevera en un recipiente abierto y evitar el exceso de humedad, ya que puede arruinarlas en poco tiempo.
La campaña no durará mucho más, pero todavía se podrán encontrar cerezas en buen estado durante las próximas semanas. Como suele pasar con las frutas de temporada corta, cuando están, se notan. Y cuando se van, se echan en falta.