El aroma a sofrito ha empezado a inundar el parque de la Paz poco antes de las 14 horas. Con las mesas preparadas, las sillas colocadas y los vecinos en fila con su ticket en la mano, el barrio de Es Clot ha vivido este domingo uno de los actos más esperados de sus fiestas con la paella popular, elaborada por Toni Roig, que cada año cocina para más de un centenar de personas. «Para él, hacerla para 100 es casi un aperitivo», bromeaba Pepe Pérez, presidente de la Asociación de Vecinos del Clot.
Por 15 euros, los asistentes han podido disfrutar de un menú completo con paella, ensalada, pan y sandía ibicenca como postre, en plena temporada. A pesar de haber suspendido algunos actos infantiles por las restricciones de agua, las fiestas han mantenido una programación variada y muy participativa. «La noche del sábado tuvimos a la payasa Tita Aurora, que iba a estar una hora y se quedó el doble, porque los niños no se movían», recordaba Pepe, satisfecho con la implicación de las familias.
En su 19 edición, las fiestas de Es Clot han contado este año con varias novedades. Entre ellas, el estreno de un escenario fijo en el parque, instalado recientemente por el Ayuntamiento. «Antes teníamos cuatro tablas y ahora, los artistas lo agradecen y nosotros ganamos espacio en la plaza. Cada año vamos mejorando», explicaba el presidente.
El ambiente de la jornada ha sido animado, con familias enteras que aprovecharon la sombra y la brisa veraniega para compartir mesa. Toni, vecino del barrio y padre de dos niños, estaba sentado junto a su mujer: «Llevamos unos años viniendo y ya es tradición. Esta tarde, además, veremos la final de la Eurocopa aquí, en la pantalla que han puesto» contaba.
Como es tradición, la tarde estará acompañada por música, esta vez con la actuación de un DJ y una pantalla gigante para ver el partido de fútbol, en colaboración con el Ayuntamiento. La jornada terminará con la actuación de la escuela de baile APE Dream Dance , ya habitual en estas fiestas.
«Esto va más allá de un simple acto gastronómico. Hay vecinos que llevan toda la vida aquí y no se conocían hasta que vienen a esta cena», aseguraba Pepe. Y es que, como recordaba él mismo, más de 30 personas trabajan entre bambalinas para que todo salga bien, desde la junta directiva de la asociación hasta familiares, técnicos municipales y colaboradores. Todo un ejemplo de unión vecinal.