El Refugio Can Gossos celebró este su décimo aniversario con una jornada festiva que tuvo como momento más esperado el desfile de perros en adopción.
Hasta 12 aspirantes a encontrar un nuevo hogar desfilaron ante un público numeroso, que en todo momento se mostró respetuoso con los animales.
El desfile
El primero en salir fue Bruce, que abrió el camino a sus compañeros. Tras él apareció Tigre, el más veterano del refugio, con 11 años de edad, de los cuales los últimos seis los ha pasado en Can Gossos. Su paso tranquilo contrastó con la energía de Frost, joven e inquieta, que arrancó sonrisas entre los asistentes. A continuación, desfilaron Tronca, Denver y Dana, esta última con 10 años de edad, que deslumbró por su porte sereno. Sin embargo, quien más admiración despertó fue Baloo, que recorrió el pasillo sobre su peculiar silla de ruedas, provocando un momento de especial ternura y emoción.
Respeto y cuidado
El público, numeroso y entregado, mantuvo en todo momento un comportamiento ejemplar: teléfonos en silencio y aplausos sin ruido, agitando las manos en el aire para no causar ansiedad a los animales. Además, los asistentes recibieron consejos y recomendaciones sobre el comportamiento canino, orientados a mejorar la convivencia y favorecer futuras adopciones responsables.
Tras la pasarela, la jornada continuó con una comida colectiva en la que participaron los asistentes, voluntarios y amigos de la fundación. La barbacoa, los juegos y la música en vivo de Paco Fernández acompañaron una cita marcada por la convivencia, la solidaridad y el compromiso con el bienestar animal.
Con este aniversario, Can Gossos no solo celebró sus diez años de vida, sino que también volvió a recordar la importancia de la adopción y del respeto hacia los animales, valores que han guiado a la fundación desde su creación.