Los tres supervivientes del naufragio del pasado viernes en Formentera que se saldó con tres personas fallecidas volvieron ayer a su país de origen, Bélgica. Durante el mediodía abandonaron Formentera y por la noche tomaron un avión en el aeropuerto de Eivissa rumbo a su patria. Los tres fallecidos aún estaban ayer en el Hospital de Formentera esperando ser trasladados a Eivissa para que se les realice la autopsia y poder ser finalmente repatriados a Bélgica.
Los tres supervivientes se mostraron eternamente agradecidos por el trato recibido por la gente de Formentera. En declaraciones a IB3 Televisión, uno de los supervivientes, Geoffrey Malgaud relató los hechos de aquella trágica madrugada: «Creo que el ancla debió de romperse porque el barco se movía mucho y con mucha fuerza. Las olas eran enormes y golpeaban el barco contra las rocas muy, muy fuerte, y eso fue todo», relató Malgaud, que perdió a su pareja en el accidente. En estos momentos asegura que no tiene planes de futuro, «no se que pasará a partir de ahora» y agradeció el apoyo de los vecinos de Formentera, gracias a los cuales él y dos de sus compañeras, Nathalie Willem y Natahalie Klem, salvaron la vida: «La gente en Formentera ha sido fantástica se han portado increíblemente bien», y añadió que a pesar de todo «seguro que volveré a la isla, por lo menos una vez al año».
El siniestro tuvo lugar sobre las 07.00 horas cuando la embarcación de 11 metros de eslora se precipitó contra las rocas debido al fuerte temporal, con olas de hasta tres metros y vientos muy fuertes.
El barco estaba fondeado cerca de la costa y, a raíz del choque de la embarcación contra las rocas, tres de los seis pasajeros, de entre 45 y 50 años de edad, fallecieron y los otros tres lograron llegar a tierra gracias a la ayuda de los vecinos de es Caló de Sant Agustí.
Según un informe elaborado por la Guardia Civil, los tripulante ignoraron las advertencias de mal tiempo y las consiguientes recomendaciones de las autoridades para que se marcharan de la zona donde estaban fondeados.