La Torre de sa Guardiola, ubicada en el islote de S'espalmador, es el más antiguo elemento de arquitectura militar de Formentera cuya construcción data entre 1749 y 1750.
Las fotos que acompañan este reportaje reflejan el estado de deterioro evidente de este edificio en la actualidad, por lo que desde PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA hemos consultado a la conselleria de Patrimoni del Consell de Formentera para conocer si existen líneas de actuación para su recuperación y restauración.
Desde el departamento técnico explican que la torre de sa Guardiola se encuentra ubicada sobre dominio privado, aunque en zona de servidumbre de protección de costas y, según establece la Ley 12/1998 de 21 de diciembre de patrimonio histórico de Balears, esta señala en su artículo 26 y en relación al deber de protección de los Bienes de Interés Cultural (BIC) que, «los propietarios, titulares de derechos o simples poseedores de bienes de interés cultural o catalogados, tienen el deber de conservarlos, mantenerlos y custodiarlos de manera tal que se garantice la salvaguarda de los valores» y añade que, «el uso a que se destinen estos bienes debe garantizar su conservación».
Asimismo el artículo 27 apunta que, «en caso de incumplimiento del deber de conservación de bienes de interés cultural o catalogados, las administraciones públicas competentes podrán ordenar a los propietarios, titulares de otros derechos reales y poseedores de dichos bienes la ejecución de las obras o la realización de las actuaciones que sean indispensables para preservarlos conservarlos y mantenerlos».
El informe solicitado destaca que, «si los que están obligados no ejecutan las actuaciones a que se refiere el punto anterior, las administraciones públicas competentes podrán realizar su ejecución subsidiaria, a cargo de los obligados».
Por otra parte la propia Ley 12/1998, a través del artículo 81, establece que las administraciones públicas competentes también pueden colaborar con los propietarios y titulares de derechos sobre bienes culturales para la conservación, recuperación y la difusión de dichos elementos, mediante asesoramiento técnico pero también, en su caso, a través de la concesión de ayudas económicas.
El escrito remitido a este rotativo por parte de la conselleria de Patrimoni anota además que, «en el Plan Insular de Gestión del Patrimonio Cultural de Formentera para los años 2015-2016, la restauración de la torre no figura entre las actuaciones prioritarias, ya que cuando se redactó el documento se consideró que esta, a pesar de no estar en unas condiciones de conservación óptimas, no presentaba problemas estructurales que justificasen una intervención inmediata, sin embargo, los años que han pasado desde su restauración (22), su ubicación muy expuesta a la erosión provocada por el viento y las patologías provocadas por la salinidad del entorno, han propiciado un deterioro progresivo de los sillares, la piedra y el mortero de los paramentos, de tal modo que sería recomendable que a medio plazo se llevara a cabo una actuación de saneamiento, mantenimiento y consolidación ajustada a las directrices de intervención previsto en la propia Ley 12/1998».
Con respecto a la posible venta del islote por parte de la familia propietaria, desde la máxima institución insular de la pitiusa menor señalaron que, «el precio que han fijado los propietarios, 24 millones de euros, es inasumible por parte del Consell».