"Queremos nuestra escuela, no más barracones", "los barracones para la obra de la escuela", "¿qué pasa con las obras?" o "las razones nos sobran, nos falta el espacio" son tan solo algunos de los lemas de las pancartas que resumían las motivaciones de una protesta histórica y multitudinaria.
Más de 200 personas, entre adultos y niños, participaron ayer sábado al mediodía en la manifestación que la Asociación de Padres y Madres (Apima) de la escuela de Sant Ferran organizó para reivindicar la construcción inmediata del nuevo centro educativo del pueblo. Desde la Apima, con numeroso apoyo, mostraron su malestar tras muchos años de demoras y una situación cada vez más insostenible.
Los padres y madres exigieron el nuevo colegio por la cada vez más acentuada falta de espacio, que durante años ha ido solucionando a ellos con aulas prefabricadas, hasta que ahora la situación se ha vuelto insostenible.
Además, destacaron que ya va siendo hora de construir el centro después de más de 10 años de espera: «Es un problema que llevamos años arrastrando en la escuela», señaló la vocal de la Apima de Sant Ferran, Laia Meló. Según sus palabras, «en 2015 [en la anterior legislatura] ya hicieron una presentación oficial, en 2017 volvieron a presentar un anteproyecto y dijeron que en 2018 estaría el colegio construido y todo ha sido mentira».
«Hasta ahora habíamos estado un poco en silencio, pero viendo que pasaba el tiempo, que había muchas promesas por parte de los políticos pero no resultados, hemos decidido organizar esta manifestación antes que termine el año», explicó Meló.
La manifestación, que partió en la plaza de la Iglesia, hizo un recorrido por los alrededores de Sant Ferran hasta llegar al terreno donde debe ubicarse el nuevo colegio. Allí, de forma simbólica, se colocaron varios pupitres con sillas y una pizarra con el lema «¿Dónde está el colegio?». Finalmente, el actual centro recibió a la multitud y desde la APIMA lanzaron un manifiesto.
«Hace 10 años se anunció la construcción de una nueva escuela para Sant Ferran y hoy todavía no hemos visto ni una sola piedra de esta escuela», pronunció Marina Mayans, miembro de la APIMA. «Durante todo este tiempo, se han sucedido declaraciones grandilocuentes, actos institucionales y solemnes presentaciones de anteproyectos para luego asistir, incrédulos, al paso de los años sin que se cumpliera ninguno de los plazos concretados para el inicio de su construcción», denunció en tono reivindicativo.
«Estaremos vigilando; no nos vale el discurso que asegura que ahora ya hay partida presupuestaria y solar donde construir y que, por lo tanto, paciencia», pronunció Mayans al final del discurso, que terminaba con esta sentencia: «La paciencia se nos está acabando, queremos ver que la escuela de Sant Ferran es una prioridad para vosotros. Y lo queremos ver con hechos».
La marcha recibió el apoyo tanto de los docentes del propio centro, como de las comunidades educativas de los otros colegios de la isla. También se sumó el Consell de Formentera, asumiendo su «parte de responsabilidad» en el retraso de la construcción del centro, pero con la convicción de que en 2019 definitivamente empezarán las obras. «Este año ha habido partida presupuestaria y ha habido colaboración con el Consell y la conselleria d'Educació», destacó la consellera d'Educació de Formentera, Susana Labrador.
Datos
Uno de los carteles de la marcha resumía muy gráficamente las principales dificultades con las que lidia actualmente el centro. Solamente tres baños dan servicio a 338 alumnos, hay un total de 7 aulas prefabricadas que usan 128 de los niños y está previsto que el próximo curso se añada una más. Además, el centro no tiene ni biblioteca ni aula multifuncional y tan solo cuenta con 60 metros cuadrados de gimnasio.
Estas son tan solo algunas de las principales trabas a las que se enfrentan día tras día los 338 alumnos de Sant Ferran y que quedarían solventadas una vez construido el nuevo centro.