Formenterers Solidaris es una asociación sin ánimo de lucro que nació en Formentera hace alrededor de 12 años con un objetivo muy claro: ayudar a aquellas personas que no tienen los recursos suficientes para vivir, no solo en Formentera, sino alrededor del mundo. «La labor solidaria, altruista y humanitaria de esta asociación hacia las necesidades de las personas más desfavorecidas de nuestra sociedad» fue la razón por la que el Consell de Formentera le otorgó el pasado miércoles la Medalla de Oro de los premios Sant Jaume.
En nombre de Formenterers Solidaris, el párroco de Formentera, Miguel Ángel Riera, nos dio su testimonio como miembro voluntario de la asociación prácticamente desde su creación. «Cuando yo llegué a Formentera estaban empezando y desde el primer momento me dejé llevar por ellos y empecé a colaborar en todo lo que podía». De hecho, en la organización hay gente muy vinculada históricamente a la parroquia, así como muchas mujeres que, según Riera, habían participado en Manos Unidas y Cáritas, entidades con las que Formenterers Solidaris guarda una estrecha relación.
Desde un primer momento, todo el voluntariado «empezó a organizarse para poder dar respuesta a las necesidades que se iban detectando en la isla y en otros países en vías de desarrollo», señaló el párroco. Tal y como relató, «empezaron en Perú, Honduras o Guatemala, pero también se han hecho algunas intervenciones en la India», realizando diferentes proyectos de desarrollo como «pozos, comedores, aulas de colegios o medicamentos para enfermos».
Los orígenes
Formenterers Solidaris se ha convertido en lo que es, sobre todo, gracias al esfuerzo de su equipo de voluntarios, pero tal y como subrayó la secretaria de la asociación, Teresa Costa, en sus agradecimientos en la ceremonia de los premios Sant Jaume, «los pequeños gestos solidarios del pueblo» de Formentera también son esenciales. Así pues, muchas de las acciones están apoyadas por cuotas de los socios, subvenciones públicas y mediante la venta de comida en fechas señaladas. Además, Miguel Ángel Riera también quiso recalcar la gran ayuda de los donativos «tanto de colegios como de particulares, y también de las empresas, que cuando Formenterers Solidaris hace saber sus necesidades, se brindan para poder colaborar y ayudar».
El párroco explicó que la parroquia también juega un papel fundamental y que tiene una doble vertiente. «Por una parte detectamos casos y por otra parte formamos parte de la asociación para ayudar en las necesidades que se van detectando desde la misma», indicó.
En cuanto al futuro de la asociación, Riera se mostró convencido de que es próspero y abogó por seguir fomentando la tarea de la concienciación. «En los colegios se hace un trabajo excelente para hacer entender a los más pequeños que hay gente con menos recursos», afirmó. «Muchas veces no son tanto las actuaciones que puedas hacer como el trabajo de concienciación, que es muy importante», insistió. Además, en la misma línea, defendió la relevancia de la «colaboración en red», es decir, «que toda la población de Formentera entera se puede sentir miembro de Formenterers Solidaris porque somos una isla muy solidaria».
Riera aseguró que para la organización la Medalla de Oro de Sant Jaume aporta «mucha alegría y mucha satisfacción». «Creo que es un reconocimiento a un trabajo que, aunque sea pequeño, realmente cuando ves memorias y números son muchas las ayudas que se están ofreciendo», apuntó. «La sociedad de Formentera reconoce este trabajo y, sin duda, es un momento de satisfacción para todos», manifestó al respecto.