Por suerte, todo quedó en un susto. Tras las impactantes imágenes del fuego que se originó en las cercanías del faro de la Mola la noche del miércoles, ayer por la mañana los equipos de seguridad de Formentera realizaron tareas de revisión sobre la zona afectada con el fin de asegurarla y esclarecer si el tendido eléctrico fue, como todo parece indicar, el origen de las llamas.
Tal y como explicó el conseller de Interior, Josep Marí, no hay más indicios que éste, aunque aún falta determinar cuál fue la razón concreta. «Parece ser que un poste del tenido que trae luz al faro, no sabemos exactamente por qué, se encendió y por el viento se produjo todo el resto», relató. En este sentido, la presidenta del Consell, Alejandra Ferrer, declaró que la Guardia Civil se está haciendo cargo de las investigaciones y que «en caso de que se corresponda con la compañía eléctrica (Endesa) se pedirán responsabilidades y que se haga el mantenimiento necesario para que una situación como ésta no se vuelva a repetir».
En cuanto a la cronología del suceso, el miércoles por la noche, según detalló Marí, el 112 recibió un primer aviso alrededor de las 22.10 horas. «En principio se nos dijo que era en la finca de can Puig, muy cerca de una casa», señaló, aunque finalmente no fue necesario evacuar a ningún vecino. Rápidamente, todas las unidades de seguridad de la isla se trasladaron hasta el lugar del suceso. Concretamente participaron en las tareas de extinción seis bomberos del Consell, dos trabajadores del Ibanat, 15 voluntarios de Protección Civil, así como agentes de la Policía Local, de la Guardia Civil y de la Policía Portuaria. Al ser de noche no pudieron trasladarse ni medios aéreos ni de la isla de Ibiza.
A medianoche el fuego se dio por controlado y alrededor de las 03.10 horas ya se dio por extinguido. «Estuvimos trabajando hasta prácticamente las cuatro de la mañana para poder dejar esto apagado y que no pudiese haber rebrotes o que el fuego no llegase al bosque», declaró Marí.
En cuanto al terreno afectado, tiene una superficie de alrededor de tres hectáreas de uso agrícola. Sin embargo, según el conseller de Interior, «solamente eran rastrojos y mata muy baja» y «no hay árboles ni vegetación importante afectada», por lo que no costará que el estado de la superficie vuelva a la normalidad.
Alejandra Ferrer no dudó en agradecer públicamente el esfuerzo de todos los cuerpos de emergencia y del voluntariado por las tareas de extinción y el posterior control. «Fue un incendio muy rápido y que podía tener unas repercusiones muy graves» y hubo «una intervención muy rápida y con dificultades como la nocturnidad», razones por la que Ferrer reiteró en varias ocasiones su «enhorabuena» y su «orgullo» hacia los trabajadores.
Por su parte, Josep Marí también quiso subrayar la importancia de que «la gente sea consciente de no hacer fuegos, de no tirar colillas y de tener mucha prudencia», para que no se vuelvan a producir hechos como este o más graves.