La policía judicial de la Guardia Civil investiga la identidad de un cadáver hallado ayer a mediodía a unos 50 metros de la playa en la zona de Llevant, en Formentera, entre es Ministre y es Tanga, en un punto muy próximo donde el martes fue localizado otro cadáver.
Tras recibir el aviso del avistamiento, hasta el escenario se desplazaron agentes de la Guardia Civil y una embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) que participaba en las tareas de búsqueda de los dos hombre desaparecidos en el norte de Ibiza desde el martes.
Según informaron fuentes de la investigación, la víctima iba provista de un equipo de neopreno y una mochila que se suele usar para practicar barranquismo. Estas circunstancias llevaron a descartar que el cuerpo correspondiese a uno de los dos hombres desaparecidos en Ibiza. Asimismo, el avanzado estado de descomposición y el modelo del equipo también descartó que pudiera tratarse de un hombre que desapareció mientras practicaba barranquismo en Mallorca.
Según las fuentes consultadas por Periódico de Ibiza y Formentera, el cuerpo estaba desfigurado y llevaría semanas, quizás meses, en el mar.
El cadáver fue trasladado por la embarcación del GEAS hasta el puerto de Ibiza y en las próximas horas se le practicará la autopsia y otra serie de pruebas para tratar de poner nombre y apellidos al cuerpo. La investigación también repasaba ayer las denuncias de desapariciones pendientes de resolución.
Identidad verificada
El hallazgo de este cadáver se produjo horas después de que la Policía Judicial confirmase la identidad del otro cadáver hallado, 72 horas antes, prácticamente en el mismo punto.
Tras la realización de la autopsia y el cotejo de las huellas dactilares, los investigadores confirmaron que se trataba de Alessandro Luís Santos, el hombre de 44 años y nacionalidad brasileña desaparecido desde el 8 de enero en Santa Eulària.
El cadáver fue localizado el martes a mediodía por un vecino de Formentera que dio aviso a la Guardia Civil. En un principio las investigaciones apuntaban a que podría tratarse de un inmigrante llegado en patera, pero la comprobación de las huellas dactilares confirmó –«en un 95 por ciento»– que se trata del hombre brasileño cuya desaparición fue denunciada en el puesto de la Guardia Civil en Santa Eulària.