El lunes, no fueron pocos los vecinos de Formentera que aprovecharon el desconfinamiento para darse el primer baño del año a pesar de que el agua está todavía a 18 grados.
A partir de que se ha conocido la prohibición, las redes sociales han empezado a hervir con multitud de manifestaciones indignadas, que no entienden cómo es posible que se permita que diez personas se reúnan en un bar y prohíban darse un chapuzón en el mar.
La imaginación se ha apoderado de la situación y se pueden ver propuestas de todo tipo para saltarse la prohibición.